El calendario del futuro euro digital: cuándo se podrá pagar con la nueva divisa

«No. El euro digital sería un complemento del efectivo, no un sustituto». Así de contundente empieza la explicación del Banco Central Europeo sobre qué es el futuro euro digital que está en desarrollo. Según el calendario de la institución, desde finales de 2021 ya se están dando los pasos para más pronto que tarde se dé el paso definitivo para contar con una nueva divisa europea. El euro llegó hace más de dos décadas a las carteras y en este caso el BCE ha insistido en las diferencias existentes entre el euro digital y, por ejemplo, los Bitcoins. La pieza clave de este asunto es la privacidad, cuestión que Christine Lagarde sentenció, hace un mes, que «el anonimato total, como el que ofrece el efectivo, no es, en mi opinión, una opción viable».

Las declaraciones de la presidenta del organismo no son nuevas, son de inicios del mes de noviembre, pero con el paso del tiempo se han ido extendiendo para marcar el futuro de la nueva divisa europea. No hará desaparecer al dinero en efectivo, cada vez más vigilado por las autoridades fiscales nacionales de cada país europeo, sino que sera complementario; se podrá pagar con ambas divisas, aunque desde el BCE indican que su motivación es para «pagar digitalmente, de manera rápida y segura».

El futuro euro digital, que ya está en desarrollo según indican desde el BCE, tendrá un uso más vigilado. En ese contexto surgen las declaraciones de Lagarde, quien evidenció que el nuevo sistema de pago no será tan anónimo como el del actual uso del dinero en efectivo, aunque desde el BCE se señale que «respetaría la privacidad y la protección de datos». La clave parece estar en la lucha contra el fraude fiscal y evitar el blanqueo de capitales, así como intentar minimizar el número de transacciones que puedan escapar ante cualquier control y diferenciar esta idea con los modelos de criptomonedas que han existido hasta la fecha.

La futura divisa europea no viene a eliminar la existencia de dinero en efectivo. O eso al menos indica el Banco Central Europeo cuando explica cómo será el nuevo euro digital: «Solo sería una forma más de pagar en euros, nuestra moneda única, en Europa. Sería convertible a la par con los billetes. Un euro digital respondería a la creciente preferencia de los ciudadanos y las empresas por los pagos digitales». Es más, asegura la autoridad bancaria que será «seguro, fácil de utilizar y barato».

El euro digital estará en el futuro pero es un proyecto muy del presente. El propio BCE tiene un calendario en el que explica las distintas fases que se están desarrollando en este aspecto desde el último trimestre de 2021. Actualmente el euro digital está en su quinto trimestre de desarrollo y, si se confirma el calendario establecido por el BCE, actualmente se están llevando a cabo tareas en las que se está decidiendo sobre el «importe de circulación, el papel de los intermediarios y el desarrollo de prototipos».

Relativamente queda poco para que este proyecto sea una realidad. Al menos se ha superado ya el ecuador y sólo quedarían tres trimestres para que se alcance la etapa final en la que el BCE indica que su Consejo de Gobierno debe acordar «lanzar fase de realización». De ser así, este paso se daría durante el tercer trimestre de 2023, quedando ya a la espera de conocer cuándo entraría en vigor y cómo sería estrictamente su uso entre la población interesada.

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