La tensión en el sector del transporte sube peldaños y surgen nuevas presiones y amenazas de huelga más allá de los paros nacionales del 20 al 22 de diciembre, a las puertas de Navidad, para mejorar las condiciones de la carga y descarga y también para buscar una solución a las dificultades que atraviesan por la subida del precio de los carburantes.
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En los últimos días, circula por redes sociales y WhatsApp un mensaje entre profesionales del colectivo donde se insta a alargar la huelga hasta el 2 de enero y hacerla indefinida. Además, advierten de que, por este motivo, «habrá desabastecimiento», ya que, según indican las mismas fuentes, los transportistas bloquearán «las plataformas logísticas de todos lo grandes distribuidores». A esto, también añaden la recomendación de adelantar compras y los pedidos que se realicen por Amazon o compañías similares. «También bloquearemos sus bases por lo que no llegara género para sus furgones de reparto», agregan.
Este mensaje viene sin firma, pero distintas fuentes del sector apuntan a que detrás debe haber alguna de las plataformas de trabajadores que se formaron hace años con el objetivo de reivindicar mejoras en el sector, donde se funciona a base de convenios provinciales que, en palabras de los sindicatos, las empresas tampoco cumplen. «El hartazgo entre los profesionales está llegando al límite y por eso algunos lanzan estos mensajes», indica Jaime Agramunt, presidente de la Asociación de Empresarios de Agencias, Operadores y demás Actividades Auxiliares y Complementarias del Transporte, quien insiste en que la situación es insostenible tanto para empresarios como trabajadores. «El combustible se ha encarecido un 40% y se suma a los problemas estructurales del sector, como que muchos conductores se siguen viendo obligados a tener que cargar y descargar», añade.
En ese sentido, considera que se trata más bien de una táctica por parte de algunos conductores que apuestan por ejercer una mayor presión con el objetivo de movilizar al Gobierno para que tome cartas en el asunto. No obstante, es importante señalar que no es una campaña nacional ni adoptada desde las organizaciones oficiales.
Por su parte, el responsable del sector en la FTCM-UGT-PV, Quique Sorní, también coincide en que el escenario es complicado y que, por ello, algunas plataformas convocan estas acciones por su cuenta. «Cada provincia tiene un convenio y encima pocas empresas lo cumplen, por eso hay movilizaciones a nivel provincial también», explica.
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