Climent exige que la libertad horaria sea opcional y reducir a ocho el mínimo de aperturas

Acabar con la obligación legal de abrir en festivo los comercios de ciudades como Valencia o Alicante, reducir de diez a ocho el número mínimo de domingos de apertura autorizada y recuperar los periodos oficiales de rebajas. Esas son las principales reivindicaciones que el conseller de Economía, Rafael Climent, ha enviado a sus compañeros de Compromís en el Congreso como exigencias para apoyar los presupuestos de Pedro Sánchez.

Según explicó este viernes el director general de Comercio, Natxo Costa, los cuatro diputados de la formación harán suyas esas reclamaciones como demandas básicas e irrenunciables para respaldar las cuentas estatales.

Eso, en la práctica, implicaría suprimir las modificaciones que el PP introdujo en la ley estatal de comercio en julio de 2012, a través del real decreto-ley de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad.

En la Comunitat, no obstante, seguiría vigente lo pactado con el sector, como los once festivos autorizados en toda la autonomía, aunque se dejaría vía libre para volver a restringir las aperturas más adelante.

Compromís retoma así su ofensiva estatal contra la libertad horaria, tras plasmar en la ley autonómica el pacto del comercio para cerrar uno de cada tres festivos en Valencia o Alicante y aprovechar el cambio de gobierno para enterrar las dudas que planteó el PP sobre la constitucionalidad de la restricción.

En 2017, la formación de Mónica Oltra ya llevó al Congreso de los Diputados su pretensión de que los municipios turísticos como Valencia o Alicante dejen de estar obligados por ley a declarar, al menos, una zona con libre apertura en festivo. En junio, el respaldo del PSOE le permitió aprobar en comisión la proposición no de ley en la que instaban al Gobierno a cambiar la norma.

No obstante, las diferencias entre los socios del Botànic se evidenciaron un mes después en el hemiciclo nacional. En plena negociación del sector por lograr un acuerdo que armonizase los horarios y evitase nuevos pleitos, el PSOE frenó en el pleno del Congreso una propuesta no de ley de Compromís idéntica a la aprobada juntos en la Comisión de Economía, salvo por una enmienda que pretendía eliminar el número mínimo de aperturas en festivo.

Ese choque motivó peticiones de explicaciones a los socialistas por parte de Compromís. Ahora retoma esa ofensiva con la pretensión de que el Gobierno socialista, a cambio de respaldar sus cuentas, establezca en la ley de acompañamiento que la libertad horaria vuelva a ser opcional, el mínimo de aperturas en festivo baje de diez a ocho y se recuperen los periodos oficiales de rebajas, uno en invierno y otro en verano.