La Comisión Europea propone hacer permanentes las salvaguardas al acero y el aluminio

La medida forma parte de un plan de Bruselas para reforzar al sector ante los efectos nocivos de los aranceles de Washington. El sector siderúrgico europeo es clave para industrias como la automotriz, la tecnología limpia y la Defensa, por lo que su fortaleza es vital para la UE. Sin embargo, los desafíos son muchos: el alto coste de la energía, la competencia desleal, la transición verde... «Para asegurarnos que el sector sigue siendo competitivo, tenemos que reducir el precio de la energía, y ayudar a introducir tecnología innovadora y baja en emisiones», ha destacado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La energía representa uno de los mayores costes productivos para la siderurgia europea. El plan de Bruselas es que las empresas del sector usen acuerdos de compra conjunta de energía y anima a los Estados miembros a reducir sus impuestos a la electricidad y reducir las tarifas para el mantenimiento de la red eléctrica para aliviar la volatilidad del precio de la electricidad, así como a promover el uso de energía limpia del sector. 

El Ejecutivo comunitario también quiere asegurar que las industrias fuera de la UE compiten en igualdad de condiciones con la siderurgia europea, por lo que tratará de garantizar que «no maquillan» su huella de carbono. En ese sentido, la Comisión publicará una comunicación en la segunda mitad del año sobre cómo abordar esta cuestión y se prepara para ampliar el Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono, de forma que se aplique a más productos derivados del acero y aluminio y se evite la elusión de estas medidas.

Otro de los aspectos clave de la propuesta de Bruselas es promover el reciclaje y la circularidad del sector, fijando unos objetivos de reciclaje al acero y el aluminio y de productos como materiales de construcción y sistemas electrónicos. Del mismo modo, la Comisión considerará medidas comerciales sobre la chatarra de metal, un recurso vital para el acero descarbonizado, para asegurar su suministro.

Uno de los objetivos es reducir los riesgos de la descarbonización del sector, introduciendo ciertos criterios en la contratación pública que impulsen la demanda de metales bajos en carbono producidos en la UE. La Comisión Europea derivará 150 millones a través de los Fondos de Investigación al sector del carbón y el acero entre 2026 y 2027, con 600 millones adicionales para impulsar el Pacto Industrial Verde.  En ese camino también se tratarán de proteger los cerca de 2,6 millones de trabajos que dependen de este sector, con políticas de desarrollo de las habilidades.