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Que la Generalitat se haya lavado las manos y no haya regulado el sector de los VTC en el plazo de dos años marcado ... no gusta nada a las autoridades reguladoras. Tanto la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) como la Comisión de Defensa de la Competencia de la Comunitat Valenciana han reclamado al Consell que termine con el limbo legal existente y que establezca un marco para que empresas como Cabify puedan operar.
En una comunicación conjunta de ambos organismos junto a otros entes de diferentes autonomías, recuerdan que el decreto-ley impulsado en 2018 permitió que las comunidades autónomas pudieran regular los servicios a partir de este octubre.
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Pero la Conselleria de Política Territorial y Movilidad no ha aprobado ninguna norma y sigue manteniendo que estudia la situación y se reúne con los diferentes sectores antes de tomar una decisión en la que PSPV y Compromís tienen posiciones diferentes. Esta situación ha forzado a los particulares y empresas que tienen licencias expiradas a dejar de operar, lo que ha reducido a poco más de un centenar de la flota de 600 vehículos disponibles en Valencia y Alicante.
Esto afecta a Cabify, que tiene menos vehículos disponibles, pero también a servicios de VTC más tradicionales que incluso tienen contratos públicos para hacer viajes para entidades como los hospitales.
Los organismos piden a la Generalitat –así como a otros gobiernos autonómicos en una situación similar– "que regulen efectivamente la prestación del servicio urbano de VTC en sus territorios" y que las regulaciones "no introduzcan requisitos innecesarios o desproporcionados desde el punto de vista del interés general".
Asimismo, recuerdan "que la adopción en la regulación de la actividad de cualquier limitación o restricción que altere el funcionamiento del mercado debe respetar los principios de necesidad, proporcionalidad y no discriminación". Y remarcan que si se quiere recortar es necesario que se les consulte para no tener que vetar normas como las del Ayuntamiento de Valencia.
Del mismo modo, Competencia manda un aviso para que la Generalitat no siga la estela catalana, con una regulación muy restrictiva que no les gusta nada, y se incline más por el modelo andaluz o el madrileño, que permite la convivencia con el sector del taxi. Un sector que esta semana ha salido a la calle por la obligación de que haya más coches en las calles de Valencia y que directamente quiere que se prohiban estos vehículos.
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