La Comunitat Valenciana es la autonomía con más enfermedades profesionales

La economía valenciana es una de las locomotoras del crecimiento español y elevó un 3,1% su Producto Interior Bruto (PIB) a cierre del segundo trimestre, sólo superada por otros polos turísticos como Canarias y Baleares, según datos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). No obstante, a la vez que crecen las exportaciones, se encadenan récords en llegadas de turistas y se va recuperando el empleo, repunta también otro indicador que hace saltar las alarmas de los agentes sociales: el número de enfermedades profesionales.

De enero a julio, la Comunitat Valenciana contabilizó 2.098 trabajadores afectados por patologías reconocidas como de laborales, el dato más alto de todas las autonomías, seguida por el País Vasco (2.008) y Cataluña (1.925). Las cifras, recogidas por UGT en un informe realizado con datos del Observatorio de Contingencias Profesionales del Ministerio de Empleo, reflejan un total de 13.311 casos en España en los siete primeros meses del año, con la Comunitat a la cabeza del ranking en números absolutos y Navarra en relación a la masa de afiliados. Esa cifra representa un crecimiento del 0,93% en relación al mismo periodo del año anterior y del 29,8% respecto a julio de 2012, año de entrada en vigor de la reforma laboral.

En la Comunitat, el volumen de enfermedades profesionales prácticamente no ha dejado de crecer desde el año 2007, hasta aglutinar actualmente más del 15% de las registradas en toda España. Marisa Baena, secretaria de Salud Laboral de UGT-PV, vincula ese aumento con el sistema autonómico de vigilancia sanitaria que, cuando hay dudas sobre la calificación de una patología, abre una investigación para evitar que enfermedades profesionales se declaren como comunes.

Según los datos del Ministerio, la inmensa mayoría de los partes registrados hasta julio fueron sin baja y seis de cada diez corresponden a mujeres, un protagonismo que Baena relaciona con la feminización del pujante sector servicios valenciano, pero «también con la precariedad de las condiciones de trabajo del sector a raíz de la reforma laboral».

Por edad, la mayor incidencia se da entre los trabajadores de 50 a 54 años, que suman 437 partes, seguidos por los que tienen entre 45 y 49 años (393). Por contra, los menos perjudicados son aquellos de 20 a 24 años, con apenas 34 casos. El volumen de siniestros crece a medida que aumenta la edad de los trabajadores, hasta llegar a 54 años, punto en el que cae prácticamente a la mitad y otro tanto a partir de sesenta.

También Daniel Patiño, de CCOO PV, subraya el «infraregistro de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales» y asegura que «un gran número de los 1.456 partes consignados sin baja no responderían a la gravedad de la incidencia». En declaraciones a LAS PROVINCIAS, denuncia que «empresas y mutuas utilizan figuras como el reposo preventivo -sin baja- en dolencias que deberían tratarse con baja médica», un fenómeno cuya «consecuencia directa es el uso generalizado de tratamientos sustitutivos, como la automedicación intensiva (relajantes musculares o medicamentos más agresivos) y el recurso autofinanciado a rehabilitación mediante fisioterapias u homeopatía».

Desde CCOO PV relacionan el liderazgo en partes sin baja y especialmente en mujeres con el peso de los servicios y su intensidad de mano de obra, junto a otros factores como el reducido tamaño de las empresas y el «presentismo por temor a consecuencias laborales».

Por tipología, destacan las «lesiones músculo-esqueléticas en sectores históricamente feminizados como la hostelería, la limpieza o la atención a la dependencia». Ocho de cada diez patologías en mujeres son osteomusculares, como el síndrome del túnel carpiano o el llamado codo de tenista, más frecuente en charcuteras y limpiadoras.

Entre las principales responsables de estas lesiones, Patiño cita las malas condiciones ergonómicas y la intensificación del trabajo, en puestos que «exigen posturas forzadas, tareas monótonas y repetitivas, métodos de trabajo inadecuados y constante levantamiento de cargas».

De julio de 2016 al pasado mes de junio, la Comunitat registró 3.230 enfermedades profesionales, un 11% más, el 91% vinculadas con agentes físicos, un repunte que lleva a los sindicatos a reclamar más inversión en prevención de riesgos laborales, que aún no se ha recuperado desde la crisis, y mayor concienciación de las empresas y mutuas para reducir la siniestralidad. Desde UGT-PV se encomiendan a la nueva estrategia autonómica en este ámbito, mientras CCOO pone el foco en las visitas del Invassat en época estival.