La Conselleria de Agricultura se niega a dar ayudas a los citricultores por el 'cotonet'

La petición de compensaciones por las pérdidas sufridas figura en una batería de 23 propuestas presentada conjuntamente por AVA-Asaja y La Unió de Llauradors, de las que la conselleria apenas acepta, tímidamente, aumentar su gasto en las líneas preferentes de lucha biológica: suelta de depredadores y colocación de trampas con feromonas; pero aun así, lo que se va a hacer no acaba de satisfacer las aspiraciones del sector, tal y como está evolucionando la situación desastrosa causada por la plaga.

La consellera se limitó a anunciar algunas medidas oficiales que, siendo positivas, los citricultores consideran de menor entidad. Entre ellas, un decreto que prepara el Ministerio de Agricultura para obligar la próxima campaña a seguir pautas que contribuyan a frenar la expansión del 'cotonet'. Estas prácticas consistirían en la obligada desinsectación de las cajas de campo cada vez que salgan de los almacenes a cada finca, así como la aplicación de protocolos similares sobre las indumentarias, capazos y herramientas del personal de recolección. Pero se desconoce cómo se aplicaría todo ello, si sería posible seguirlo a rajatabla y cómo se financiarían los consiguientes costes.

Otro anuncio oficial consiste en la compra a empresas particulares especializadas de grandes cantidades del depredador 'Cryptolaemus' para realizar sueltas masivas en las zonas más afectadas. Una decisión que viene a demostrar el fracaso de los planes oficiales que basaron la lucha en estos medios biológicos: las trampas que se anunciaron fueron muy escasas y llegaron tarde; los insectarios oficiales han sido incapaces de suministrar ni una mínima parte de lo requerido, cuando el 'Cryptolaemus' empezó a criarse en la antigua Estación Naranjera de Burjassot en 1929, lo que da idea de la larga experiencia del sector, lamentablemente deteriorada en los últimos tiempos.

Por lo que se refiere al parasitoide Anagyrus, traído de Sudáfrica y en el que se confío la mayor parte de la solución, la realidad es que apenas se ha cumplido una parte insignificante de lo esperado: no se ha aclimatado como se dijo, se reproduce con lentitud, en sitios donde se soltó no se encuentra ahora... Todo indica que esta línea será de larga espera, mientras aumentan los daños y la decepción de los citricultores, porque el drama no da paso a actuaciones firmes que aporten esperanzas de futuro.

Especialmente crítico se mostró el representante técnico de AVA, José Francisco Sales, quien incidió en que han fallado los planes oficiales de control, por lo que se debería compensar a quienes se han visto perjudicados por ello, ya que, en su criterio, las alternativas ofrecidas no han sido válidas. Apeló a que se tome conciencia de la realidad, del desastre que hay en muchos sitios, porque «hay que ir por los pueblos y por los campos -dijo- para saber lo que está pasando, oyendo el clamor de la gente y cogiendo el teléfono que nos hierve de quejas y reclamaciones, sin que podamos ofrecer ni una promesa de que el año que viene irá mejor todo».

Carles Peris, secretario general de La Unió, reclamó «un fuerte incremento de la inversión oficial para lanzar de verdad la lucha biológica que se pretende», porque «si la lucha biológica es el futuro, deberemos apostar a tope por ahí, y no andar con el retraso que llevamos». Aceptó como dato positivo que se anuncien compras masivas del insecto beneficioso 'Cryptolaemus', pero lamentó que «de sólo 180 peticiones de este insecto realizadas en los insectarios oficiales, únicamente se han podido atender 84», por lo que concluyó que «es preciso que contemos con una gran biofábrica de organismos beneficiosos, como en su día se hizo la planta de Caudete, que produce machos estériles de la mosca de la fruta». En este punto, el Consell invierte 26 millones de euros al año, mientras que el Gobierno central sólo pone 12 para toda España, «y eso tiene que cambiar, si es que tenemos que seguir ese camino que nos señalan».