![Consum facturó 2.935 millones en 2019 y se prepara para una «guerra de precios»](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202007/09/media/cortadas/JLD2020.1-RcOTwmXjkGLMUvRSS1iSdPN-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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La cooperativa de supermercados Consum cerró 2019 con unas ventas de 2.935 millones de euros, un 7,4% más que el año anterior, y un beneficio de 54,6 millones, un 4,7% más, en «un buen ejercicio» que, según su director general, Juan Luis Durich, dio paso a un 2020 «muy, muy incierto», con un verano «apretado» por el turismo y un segundo semestre «difícil, frío y problemático», marcado por la «guerra de precios» que prevé en octubre, entre quienes perdieron cuota de mercado y quien se aferra a la ganada, en su caso un 0,2%, tras evolucionar «un 3% mejor que la media».
En la presentación telemática de resultados, «por prudencia», Durich indicó que las ventas online crecieron un 49% , a 28,2 millones, y fue tajante sobre su peso en la alimentación, donde «Amazon es absolutamente irrelevante». «La compra online, incluso en esta pandemia, no ha sido significativa ni determinante; la realidad es que sin la tienda física, no habríamos comido en dos meses», dijo, tras recordar que Consum suspendió esa vía y ahora está en «crecimientos de hasta el 50%», sin poder dar aún previsiones de cierre.
En cuanto al impacto del coronavirus, cifró en treinta millones los gastos extraordinarios que generará, doce ya dedicados a equipos de protección individual (EPI), aunque matizó que el alcance definitivo dependerá «de cómo se comporte la actividad de aquí a final de año». «La incertidumbre es tremenda», admitió Durich, que detecta «cierta relajación, sabiendo que el virus continúa en el aire» y urge a extremar las precauciones.
En cualquier caso, confía en que Consum «va a capear perfectamente todas las dificultades». Sin alterar su apuesta por la marca de fabricante, que copa un 88% del lineal y convive con su marca propia, prevé vender un 5% más, aunque el beneficio vuelva a sufrir, y abrir las cuarenta tiendas que planeaban, al margen de que se produzca algún retraso.
En 2019, Consum invirtió 135,7 millones, 13,6 menos que un año antes, fundamentalmente para la apertura de 41 supermercados, 13 propios y 28 franquicias Charter, 43 reformas y once ampliaciones. Con esas aperturas, alcanzó una red de 755 establecimientos y una cuota por ventas del 13,3% en su área de influencia.
La cooperativa valenciana ocupa el sexto puesto nacional de empresas de distribución, subiendo un 0,1% su cuota por superficie, hasta el 4,3% del mercado nacional.
De cara al futuro, Durich no descarta compras, aunque precisa que no serían «los mejores candidatos» para Caprabo porque solo les interesaría una parte. También estudia «abrir una plataforma de frescos» para complementar la que posee en Murcia y poder crecer más en Andalucía, aunque le queda margen, sin planes de «salir a otras zonas porque eso requiere plataformas».
Consum creó 668 empleos y alcanzó los 16.031 trabajadores, que ingresan una media de 1.582 euros, más 35.800 empleos indirectos. Distribuyó 27,9 millones de los beneficios entre sus socios trabajadores, mientras que el resto se dedicó a las reservas obligatorias. «Aquí nadie se lleva nada que no quede dentro de la cooperativa», recalcó Durich.
Dedicó otros 13,4 millones a innovación y digitalización y 21,3 millones a conciliación, «la mayor inversión de las empresas de distribución» en este ámbito, y 45,4 a descuentos para socios-clientes.
Consum cuenta con un 99% de proveedores nacionales, un 66% de las autonomías en las que está presente, lo que evidencia «un grado de proximidad muy importante«, y destaca que es una de las empresas de distribución que paga en menor plazo, en una media de 42 días.
«Durante dos o tres semanas no tuvimos mascarillas porque, por precio y por mercado, todas se fabrican en China, ¿qué pasaría si toda la alimentacion acaba haciéndose también en China, podríamos estar tres o cuatro semanas sin comer nada?».
Con esa reflexión, el director general de Consum alertó de que «el sector primario no se puede dejar al albur de la globalización solo» porque, como evidenció la pandemia, «hay cosas que tienen que tener un mínimo de seguridad, de arraigo y de posición estratégica».
Consum plantea al sector «relaciones de al menos dos o tres años e intentando que perciba un precio justo», pero sin olvidar que es «un mercado abierto y, mientras no funcione de otra manera, las presiones son fuertes y con una guerra de precios, aún más».
Según Durich, «el campo está vendido» porque «es imposible producir al precio de otros» y no puede evitar que «el mercado le diga que tiene que tirar la naranja porque vale dos céntimos». «Si dejamos eso abierto, se acabará produciendo también toda la agricultura fuera de Europa», advirtió.
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redacción/ EUROPA PRESS
Lola Soriano
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