Sabor agridulce para el sector hostelero valenciano. Por un lado, hay dinamismo entre bares y restaurantes. Los consumidores dan claros síntomas de que tratan de disfrutar del primer verano sin restricciones después de dos años. Además, los datos de pernoctaciones de la primera quincena ... de agosto confirman esta tendencia al situarse a niveles de 2019. Todo apunta a que será una buena campaña estival. Sin embargo, el gasto de cada comensal se contiene y eso no ayuda a que los empresarios amortigüen la reducción de los márgenes, ahogados por el incremento desorbitado de los costes.
Publicidad
Así mismo lo advertía al inicio del verano el presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), Manuel Espinar, quien indica a este periódico que el consumo se está concentrando en los fines de semana y que el ticket medio está bajando entre un 15% y un 20%. «La renta de las familias está mermando y se nota. En este momento estamos con un coste añadido del 30%, lo que significa que muchas cuentas de explotación cierran con pérdidas. Esto evidencia la situación financiera crítica que estamos viviendo», explica Espinar.
«No obstante, sigue habiendo actividad, se ven terrazas llenas, pero eso no significa que la hostelería siga registrando rentabilidad», afirma el dirigente empresarial valenciano.
Noticia Relacionada
Esta realidad que viven numerosos negocios de la restauración en la Comunitat no es homogénea. Por ejemplo, el restaurante Puerta del Mar registra «un agosto muy bueno», según explica su gerente, José, quien admite que esto varía según la zona de Valencia y del tipo de clientes. En el caso de Los Toneles, sí se detecta una retracción del consumo. «Sí que hay contención en el gasto. La gente ya no va a comer o cenar sin preocupación. Lo vemos, por ejemplo, en que ahora la gente pide sólo un plato y evita los entrantes. Otra cosa muy curiosa es que los franceses piden agua del grifo en lugar de embotellada», explica Benjamín López, responsable de Los Toneles.
Aunque no hay estadísticas concretas del gasto realizado por los consumidores en los establecimientos valencianos en lo que va de verano, sí es posible conocer la factura diaria de los turistas extranjeros en la Comunitat. En concreto, en junio se gastaron 120 euros de media, un crecimiento del 13,68% respecto a hace un año. En ese sentido, cabe mencionar que el incremento es el resultado natural tras las restricciones del Covid el pasado año. No obstante, el gasto por turista en la Comunitat ha sido históricamente bajo, por lo que el sector reclama un impulso de la oferta turística que implique el aumento de la rentabilidad.
Publicidad
Otro cantar distinto entona, por su parte, Nuria Sanz, de la arrocería L'Estibador, quien destaca que el ticket se está manteniendo en la zona de las playas del sur de Valencia. «Nosotros en los históricos de los últimos dos años vemos que mantenemos el ticket pero que ha bajado el número de turistas nacionales», señala.
Noticia Relacionada
En ese sentido, indica que «la inflación ha retraído el consumo» de los que tienen un ticket medio-bajo. «Los que cobran sobre 1.200 euros y sufren el 20% de la subida de la cesta de la compra. Estas personas tenían ese margen destinado al ocio, a salir de viaje o a comer», cuenta.
Publicidad
Sin embargo, esta profesional de la hostelería considera que «se está generando un poco de psicosis» también debido a la incertidumbre. «Valencia se está vaciando y tenemos un agosto con más clientes internacionales que locales. Es una situación muy distinta a la del verano de 2020 y de 2021, donde había más turista nacional que no salía al extranjero», señala. En concreto, calcula que hay un 40% menos de clientes valencianos. «Esto conlleva a un 40% menos de facturación entre semana», apostilla.
En los últimos datos del INE también se puede observar que el ritmo de crecimiento de las pernoctaciones dista con diferencia del de consumo de restauración. En concreto, los servicios de alojamiento multiplicaron por más de dos sus ventas en junio en tasa interanual (+115,7%), mientras que los servicios de comida y bebida facturaron un 32,9% más.
Publicidad
«El turismo de Valencia nunca ha sido un turismo de mucho gasto. En nuestro caso podemos decir que ha habido menos comensales pero manteniendo el gasto medio por comensal, que en nuestra oferta es medio-alto, pero la inflación hace que el margen de beneficio caiga», agrega Sanz.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.