La crisis de los microchips favorece las ventas de la feria del automóvil en Valencia

El certamen del automóvil que se está celebrando en Feria Valencia ha arrancado con buen pie y los organizadores estiman haber rozado los 30.000 visitantes en total entre sábado y domingo. Y, con ello, las previsiones de ventas también apuntan alto, en parte favorecidas por la crisis de los microchips, que ha elevado los plazos de entrega a la hora de adquirir un coche.

En concreto, se esperan superar las 2.500 ventas del año anterior, según indica el director del salón, Víctor Castillejos. «El viernes fue mas flojo en visitantes, aunque ya hubo colas. El público que vino el viernes era comprador, mientras que en fin de semana vienen mas a pasar el día, porque tenemos actividades variadas para toda la familia», explica Castillejos, quien espera que esta edición sea «un exito», pese al contexto actual de incertidumbre económica y, más en especial, la crisis del sector de la automoción.

Y es que, la falta de disponibilidad de vehículos seminuevos lleva meses haciendo mella en el mercado. La falta de ‘stock’ corresponde a dos factores principalmente: a la caída de la producción de vehículos nuevos debido a la escasez de microchips (por lo que la entrada al mercado de seminuevos se ve afectada en consecuencia) y al mantenimiento de la demanda de vehículos, que lleva a numerosos particulares a optar por la segunda mano frente al largo periodo de espera que ofrece un concesionario para un coche nuevo.

Precisamente, ese largo periodo de espera es el que está animando las ventas en la Feria del Automóvil de Valencia. O, al menos, parte de ellas. «Nuestro reclamo es ver, probar y comprar. Tenemos tres pabellones con vehículos, entre nuevos y de ocasión, y otro con boxes y resposición para conforme se vayan vendiendo», cuenta. En concreto, hay 33.000 metros abiertos al público con vehículos de segunda mano o kilómetro cero y otros 33.000 con las reposiciones, por lo que hay, aproximadamente, 6.000 vehículos en la feria. «Pero tampoco me atrevo a aventurar cifras de venta hasta que los expositores me den datos cerrados. Hay estands que venden más y otros menos, pero no ya por la feria en sí, sino por el producto y por el factor de entrega más rápida», señala.

Castillejos asegura que el certamen ha «tirado la casa por la ventana para intentar que esta feria se mantenga» tras 25 años ininterrumpidos, a excepción de la edición de 2020 por la pandemia de Covid-19. Además, confirma la tendencia creciente en el mercado de eléctricos, lo que refleja también que la transición en la movilidad se traslada al mercado real. «Es lo lógico, aunque también se exploran otras alternativas. Lo que está claro es que es necesario ese cambio, ya que la media de edad del parque móvil está en 13 años, por lo que esos vehículos contaminan mucho más que los de combustión actuales», manifiesta.

De hecho, las matriculaciones de turismos eléctricos puros aumentaron un 54,9% en lo que va de año, hasta alcanzar las 2.289 unidades en la Comunitat; por encima de la media nacional, que sube un 39,8%, con un total de 24.387 unidades, según datos de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (GANVAM).

Las matriculaciones de eléctricos ya suponen casi el 4% de los registros del mercado de la Comunitat Valenciana y las previsiones apuntan a que cerrarán 2022 con una subida del 44%, situándose en el entorno de las 2.945 unidades.

El certamen, que arrancó el pasado día 2 de diciembre, estará abierto hasta el martes 6. La cita, que espera ser un revulsivo para el sector de la automoción, reúne en sus 80.000 metros cuadrados de exposición la oferta de 102 expositores directos y 34 marcas oficiales. «Esto convierte a la cita de Feria Valencia en la mayor del sector que se celebra este año en España», indica Castillejos.

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