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p Marcas. Etiqueta de naranjas de un comercio de Carcaixent, utilizada hace medio siglo en las cajas de esta fruta que exportaba a otros países europeos. El uso de marcas propias era predominante en la época y en cambio hoy casi han desaparecido por la preponderancia de las cadenas de supermercados y su estrategia de 'diluir' la oferta de cítricos con 'marcas blancas' y como productos 'commodity', es decir, materias primas o artículos baratos de conveniencia. BIBLIOTECA VALENCIANA DIGITAL

Crisis naranjera por exceso de producción y falta de consumo

El Gobierno anuncia acciones de apoyo para relanzar la exportación citrícola

C. BONELL

Domingo, 8 de mayo 2022, 23:23

vaLENCIA. La historia se repite sin parar. Al menos en líneas generales, aparte detalles de cada momento. Esta vez, hasta en los detalles. El titular 'Crisis naranjera por sobreproducción y falta de consumo' obedece a una información de hace medio siglo, pero refleja igualmente lo que sucede hoy en el campo, con hundimiento total de precios y apatía de la demanda.

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En la crónica sobre la inauguración de la Feria Muestrario Internacional de Valencia, que cumplía su 50 aniversario, LAS PROVINCIAS destacó, el domingo 7 de mayo de 1972, las palabras del ministro de Comercio, Enrique Fontana Codina, sobre la problemática citrícola. El ministro reconoció que la crisis se debía al crecimiento de la producción en toda la cuenca mediterránea, al descenso del consumo en toda Europa y a las complicaciones derivadas de las reglamentaciones del Mercado Común para todos los países productores, salvo Italia, que era miembro del 'club' europeo desde su fundación.

Hasta ahí, una tónica paralela a lo actual, incluidas las reglamentaciones comunitarias, que hoy, sorprendentemente, castigan más a los productores de dentro que a los de fuera. La diferencia: el ministro de Comercio aprovechó el momento y vino a sembrar esperanzas y confianza. Dijo que el Gobierno era consciente de la situación y que trabajaba en planes concretos para superarla, dejando claro que había que actuar en colaboración entre la iniciativa privada y los estamentos oficiales. «Apoyar al sector, no dirigirlo», sentenció Fontana. Y así fue. Se fundó el Comité de Gestión de Cítricos, se diseñaron y extendieron intensas campañas de promoción y publicidad, se fomentó la profesionalización al máximo de las estructuras exportadoras... Y el sector citrícola pudo seguir creciendo porque las cosas se enderezaron, con sucesivos baches intercalados, hasta llegar al momento actual, plagado como nunca de grandes incertidumbres.

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