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Un trabajador en el recién estrenado laboratorio de Bayer en Valencia.

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Un trabajador en el recién estrenado laboratorio de Bayer en Valencia. Irene Marsilla

Dentro de la fábrica Bayer Valencia, más allá de la clásica aspirina

La factoría de Quart de Poblet encabeza el negocio de pesticidas y complementos para el campo

Miércoles, 26 de mayo 2021, 00:45

La multinacional alemana Bayer siempre ha estado asociada en el imaginario colectivo a medicamentos tan clásicos y del día a día como las aspirinas. Para la mayoría de la opinión pública, el sector sanitario es el único negocio con el que cuenta la firma pero aunque parezca mentira una parte significativa de la facturación en España, donde dispone de más de 2.300 empleados, viene de la denominada línea fitosanitaria, aquella dedicada al campo y que está representada por la planta valenciana, que este 2021 cumple medio siglo.

LAS PROVINCIAS visita la factoría de Quart de Poblet para ver en primera persona cómo es la producción de fungicidas e insecticidas, tanto líquidos como sólidos, y otros compuestos para hacer más fértil el campo y combatir plagas de todo tipo. Tal y como explica su director, Rafael Ferrando, durante las cinco décadas que las instalaciones están en funcionamiento han sufrido muchos cambios ya que se ha pasado de un modelo centrado en el mercado nacional, que tenía la huerta mediterránea como eje principal y que tan sólo miraba un poco a Portugal, a exportar casi la mitad de la producción con destino al sur de Europa pero también a diferentes estados de Arabia y el norte de África. En total, se llega a 50 países, lo que genera un importante valor para la firma.

Los productos también han experimentado cambios aunque, en esencia, sirven para lo mismo. Bayer no diseña en esta infraestructura sus compuestos pero sí los formula y fabrica, es decir, realiza las mezclas de los diferentes activos químicos. Pese a que cuentan con una infinidad dedicados a todo tipo de hongos o insectos, en la factoría se muestran especialmente satisfechos por contar con uno que se emplea de forma especial en África para eliminar mosquitos que pueden expandir una enfermedad tan peligrosa como la malaria. De cara al futuro, Ferrando admite que Bayer busca soluciones más biológicas, que sean respetuosas con el medio ambiente y que recurran a componentes naturales, como bacilos o esporas. Y aunque es una línea que apenas ha desembarcado en la Comunitat, se muestra seguro de que en el corto plazo habrá noticias al respecto.

Este negocio fitosanitario no es, ni mucho menos, un complemento del médico. Las cuentas de 2020 presentadas hace unas semanas en Valencia evidencian que pese a la pandemia el negocio sanitario disminuyó un 2,4%, por la parálisis de tratamientos en oftalmología y salud de la mujer y fue precisamente el de herbicidas, fungicidas y otras apuestas relacionadas con el mundo de la agricultura y el campo que encabeza la factoría de Quart de Poblet el que permitió compensar la balanza total, al crecer casi seis puntos. De esta forma, las ventas en España fueron muy similares a los de 2019 y alcanzaron los 677 millones de euros.

La firma dedica una media de dos millones de inversiones al año para crear iniciativas como un laboratorio

Tal y como admite Rafael Ferrando, en la planta valenciana se incrementó en este ejercicio la producción en unos pocos puntos coincidiendo con su llegada a este puesto. Pese a la incertidumbre por la pandemia y la falta de material en los primeros meses, mantuvieron el trabajo al ser considerados un sector esencial y lograron así una buena facturación.-

Producción. La planta cuenta con una treintena de líneas de producción. I. Marsilla

Y el 2021 también ha empezado con buenas sensaciones. Después de un enero y febrero donde el coronavirus se descontroló y obligó a dar de baja a varios trabajadores, algo que no afectó apenas ya que reforzaron la plantilla al ver venir esta situación, estas semanas se están cerrando grandes pedidos porque el grueso del trabajo se concentra en esta etapa hasta el verano. Ferrando no se atreve a dar datos concretos pero admite que algo más de ventas sí que se han registrado.

Impacto económico

Que una multinacional como Bayer tenga una factoría de estas características beneficia a la Comunitat Valenciana al generar 130 empleos, un dato que incluye tanto los fijos como una media de temporales y una subcontrata que opera en el mismo recinto. Además, aunque gran parte de las materias primas y productos que se utilizan vienen de otros enclaves de Bayer en diferentes puntos, también hay proveedores locales como Brenntag, con un centro en Massalfassar. Esto genera puestos de trabajo, así como el transporte a los diferentes países a los que se exporta.

En la última rueda de prensa tanto el CEO de la empresa en España y Portugal, Bernardo Kanahuati, como el jefe de la División del Clúster Mediterráneo en Bayer CropScience, Protasio Rodríguez reivindicaron el papel de las instalaciones de Quart de Poblet. El hecho de que haya podido reconvertirse de una planta centrada en el mercado nacional a otra centrada en la exportación se tiene en cuenta y se valora.

El director de la planta valenciana tiene claro que el trabajo da resultados y así lo confirman las inversiones anuales, situadas en el entorno de los dos millones y que abarcan desde iniciativas para hacer las instalaciones más sostenibles a infraestructuras como el recién inaugurado laboratorio. Ante la evidencia de que el anterior era muy limitado por los miles de análisis que se realizan cada año, se apostó por disponer de un nuevo edificio que ya está en funcionamiento. Además, la planta de Quart puede seguir creciendo, lo que es un punto a favor para acoger más proyectos.

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