El documento que debes llevar si superas el límite de dinero en efectivo en la calle

Los pagos con tarjeta son cada vez más populares a la hora de abonar dinero en restaurantes y tiendas. Además, aplicaciones como Bizum o Google Pay y la posibilidad de pagar con el móvil o con un reloj inteligente han hecho que este método sea el elegido por muchos para abonar dinero.

Son muchas las personas que se han acostumbrado a pagar con tarjeta y han dejado el dinero en efectivo en un segundo plano. No obstante, otras siguen decantándose por los pagos en efectivo. Muchos consumidores prefieren tener algo de metálico en la cartera para controlar mejor sus gastos y guardar dinero en efectivo en casa para cualquier tipo de imprevisto.

Estos movimientos con dinero en efectivo son vigilados con lupa por Hacienda. Esto ocurre porque al fisco le resulta mucho más complicado, casi imposible, dar con el origen de los billetes, por lo tanto cuesta determinar si su procedencia es lícita o viene de actividades propias de la economía sumergida.

De hecho, la Agencia Tributaria ha endurecido las medidas sobre el dinero en efectivo con el que se puede operar y ha reducido este límite de 2.500 euros a 1.000 desde el mes de julio. Igualemente, las personas que van por la calle sólo pueden llevar consigo hasta 100.000 euros en monedas y billetes.

En este último caso, los usuarios pueden enfrentarse a sanciones de entre 600 euros y el 50% del valor que con el que se hayan sobrepasado. No obstante, existe una excepción a este límite de dinero en efectivo que se puede portar por la calle: se puede superar siempre y cuando se lleve un documento.

Se trata de la declaración firmada de medios de pago, un documento disponible en la página web de la Agencia Tributaria que nos permite justificar la razón por las que se dispone de más de 100.000 euros en efectivo.

Consulta aquí cómo es el documento que se debe presentar si se supera el límite de dinero en efectivo

En él, el usuario debe indicar los datos del declarante y los relacionados con el propietario de los medios de pago y debe entregarlo en la entidad en la que se hacen las operaciones en efectivo y en la Agencia Tributaria. La gestión puede hacerse de manera presencial o telemática.

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