Dueños y empleados de tiendas de abonos y fitosanitarios no pueden ser asesores

La mayoría de explotaciones agrícolas (hay excepciones) deben contar con un asesor técnico debidamente acreditado oficialmente como tal e inscrito en el registro especial ROPO. Su papel viene a ser como el del veterinario en una explotación ganadera: el responsable de la alimentación y los tratamientos sanitarios de los animales; y en este caso, lo mismo para los árboles y las plantas cultivadas. Su titulación académica, ingeniero agrónomo, ingeniero técnico agrícola, formación profesional de segundo grado... Sin embargo están vetados para figurar formalmente como asesores de sus clientes los dueños y empleados de tiendas y almacenes de abonos y productos fitosanitarios, porque la Administración entiende que pueda haber en ello conflicto de intereses y que los 'consejos' a la hora de vender y aplicar tal o cual cosa cabría que se vieran condicionados por intereses comerciales. Es como si en una farmacia no se pudiera preguntar qué puede tomar uno para un dolor de cabeza o un escozor de la piel. A ver si el farmacéutico te vende lo de mayor precio o menor eficacia. Sin embargo, los técnicos y empleados de tiendas de cooperativas sí que pueden ser asesores directos de los socios de las mismas; se supone que ahí no se pueden dar tales problemas.