Con el anuncio de un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en la factoría de Ford en Almussafes se cerraba una semana protagonizada por el impacto que el coronavirus ha tenido sobre las economías española y valenciana, como que sólo tres de cada diez españoles hayan trabajado en el segundo trimestre del año (estudio de Asempleo), que casi 11.000 empresas cerradas en la Comunitat desde marzo o que 280.000 autónomos en España siguen con los negocios cerrados.
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Si a ello se suma el descenso del PIB en un 25,6% en el segundo trimestre del año (AIReF), que la Comunitat sea considerada por Moody's como una de las más vulnerables, fiscalmente hablando, y el constante ascenso de los casos de Covid, el escenario que anticipa septiembre es de una completa incertidumbre para los sectores económicos. De ahí que empresas y comercios clamen por un plan de choque que permita evitar más cierres y destrucción de empleo.
Una petición en la que tanto la patronal CEV como los sindicatos CC OO-PV y UGT-PV sitúan como indispensable la prolongación de la figura de los ERTE asociados al Covid-19. «Pensar en un escenario en el que no se prorrogasen los ERTE sería desastroso para el empleo», apunta la patronal presidida por Salvador Navarro.
El próximo viernes, día 4, Gobierno y agentes sociales se reunirán en Palma de Mallorca para abordar una nueva prórroga de los ERTE, ya que expiran el 30 de septiembre. El objetivo es prorrogarlos hasta diciembre pero, en esta ocasión, tanto la CEV como los sindicatos coinciden en señalar que esa fecha «sería un mínimo» ya que debe quedar abierta la opción de volver a negociar según evolucione la situación. Al igual que mantenerlos con las mismas condiciones.
Junto a esa reclamación dirigida a mantener los empleos y el tejido productivo, los sectores económicos ponen sobre la mesa de la Administración otras medidas sobre la mesa.
Rafael Torres, Presidente Confecomerç CV
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«Vital» mantener las ayudas
Junto a la extensión de los ERTE, para el presidente de la organización empresarial del comercio en la Comunitat, Rafael Torres considera «vital» la continuidad de las ayudas para poder garantizar la viabilidad de las empresas, «así como llevar a cabo un plan específico en el que se contemple una batería de actuaciones, en las que se incluyan fundamentalmente políticas de incentivo al consumo en el comercio de proximidad, siendo ahora mismo esencial para la recuperación del sector».
La disminución de la actividad comercial, sobre todo en el centro de las ciudades, con la consiguiente caída de la facturación, o el bajo impacto de la campañas de rebajas y de turismo (20-30% menos de ventas)son algunos de los problemas que se apuntan. Confecomerç advierte, además, del «efecto arrastre» que tiene el comercio sobre otros sectores si no se adoptan medidas de contención que ayuden a reflotarlo.
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Entre las demandas de la organización que preside Torres también figura la aprobación del Plan de Acción Territorial Sectorial del Comercio de la Comunitat Valenciana (Patsecova), que el Consell frenó por cuarta vez antes de las vacaciones, y la revisión de la normativa de las rebajas, además de potenciar el diálogo entre las distintas asociaciones y la Administración.
Manuel Espinar, Presidente Federación Hostelería
Un otoño «catastrófico»
El representante de la Federación de Hostelería de la Provincia de Valencia (FEHV), Manuel Espinar, es contundente cuando se le pregunta por cómo afronta este sector los próximos meses. A su juicio, va a ser un otoño «catastrófico» porque las ayudas no llegan y falta «mucha sensibilidad por parte del Gobierno, nuestras demandas no llegan».
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Calcula que el 80% de la hostelería está abierta en la actualidad pero casi el 90% de los locales «con pérdidas». En el horizonte, los pagos aplazados de impuestos durante el estado de alarma que los hosteleros deberán afrontar en octubre «sin apenas ingresos». Asegura que si la situación se mantiene, podrían cerrar entre el 20-25% de los establecimientos de la Comunitat, que cuenta con 33.000 que dan empleo a 160.000 trabajadores. Por ello, no descarta movilizaciones del sector.
La FEHV reclaman «un plan de choque transversal» y «una hoja de ruta homogénea» que permita, por un lado, aclarar los escenarios («a nivel empresarial vamos al día, no podemos planificar») y, por otro lado, salvar a un «subsector estratégico dentro del turismo porque somos un eslabón que si se rompe, arrastra».
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Pedro Reig, Director de Asucova
Unas normas homogéneas
Homogeneidad es la palabra que también repite la cara de la Asociación de Supermercados de la Comunitat, Pedro Reig, para quien es clave que en caso de nuevas medidas sanitarias adicionales «sean homogéneas en todo el territorio». En este sentido, recuerda los problemas que tuvieron con las distintas directrices (aforos, horarios, etc.) que marcaron los ayuntamientos en el estado de alarma.
Sector esencial, «que ha demostrado que el abastecimiento está garantizado», es uno de los menos afectados por el impacto negativo de la pandemia aunque Reig reconoce que también se han enfrentado a un verano que «no ha sido normal».
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Carlos Mena, Vicepresidente de Femeval
Protocolos «más ajustados»
Para el vicepresidente de la Federación del Metal, Carlos Mena, el reto sigue siendo «combinar las medidas de prevención para los trabajadores con el mantenimiento de la actividad productiva». «Debemos ser capaces de aunar ambas porque la economía no puede parar», remarca.
En este sentido, una de las preocupaciones es contar con protocolos «más ajustados y claros» en algunos casos. «Nos preocupa la incidencia que pueda tener las bajan por enfermedad si las PCR dan negativo pero se deben guardar 14 días de cuarentena», reflexiona. «Podría darse el caso de que el absentismo aumente, con el impacto en la Seguridad Social», advierte.
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Salvador Puigdengolas, Decano Ingenieros Industriales CV
«Faltan criterios claros»
«Hay una tensa espera para ver cómo se evoluciona», asegura el decano del Colegio de Ingenieros Industriales de la Comunitat (COIICV), Salvador Puigdengolas. A su juicio, la reincorporación mayoritaria al trabajo «será con situaciones de desconocimiento sobre qué hacer según los distintos escenarios que se planteen por falta de criterios claros». Echa en falta «más claridad en las normas» porque, en muchos casos, es el empresario quien asume todas las responsabilidades.
Manuel Miñés, Director-gerente Cámara de Contratistas
«Tememos el impacto en 2021»
Para el director-gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat, Manuel Miñés, uno de los temores es el impacto de la pandemia el próximo año. «La situación está muy mal. Las infraestructuras están paralizadas, no hay cartera nueva de proyectos y nos tememos el impacto en diferido en 2021 y en los años siguientes», critica.
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Recuerda que las infraestructuras «no son sólo carreteras, pues hablamos de escuelas, hospitales, obras hidráulicas, juzgados, etc.» y que «por cada millón de euros generamos 22 puestos de trabajo». Además, reclama a las administraciones que se planifiquen los presupuestos «de forma plurianual, con una visión a largo plazo».
Felipe Ferrer, Presidente de Avemcop
«Elevar la curva de actividad»
«Teniendo en cuenta los interrogantes que nos ha dejado el verano, este cuatrimestre final plantea muchas incertidumbres. Más que nunca necesitamos elevar la curva de actividad que permita afrontar el cierre de ejercicio como recuperación del tiempo perdido», comenta Felipe Ferrer, el presidente de la Asociación valenciana de empresarios de maquinaria, construcción y obras públicas, en la que también se integra APECAS (su homónima en la provincia de Castellón).
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La apuesta es «pasar página y asimilar los retos que tenemos como sociedad a la hora de desarrollar infraestructuras seguras y sostenibles; viviendas que se adopten a la nuevas necesidades que plantean las familias y espacios públicos que sean más respetuosos con las personas y su entorno». A las administraciones les pide «mantener la inversión en obra pública y vivienda para garantizar empleo y actividad de las empresas; apuesta por la colaboración público-privada y refuerzo de los servicios de la administración, ya que se están incrementando los plazos de resolución de expedientes».
José Luis Santa Isabel, Presidente de Fecoval
«Un empujón a la obra pública»
«La falta de licitaciones durante el confinamiento ha supuesto una ralentización y disminución de la obra puesta a disposición del sector por parte de las administraciones. Esperamos que la licitación se reactive y cubra los horizontes de inversión, al menos, que se hicieron antes de la aparición de la pandemia y el consiguiente confinamiento», comenta el presidente de Fecoval, José Luis Santa Isabel.
A su juicio, la creación del Foro de Infraestructuras de la Comunitat, los fondos derivados del 'New Generation' europeo o la colaboración público-privada deben ser las bases que permitan que haya «un verdadero empujón a la obra pública». Asimismo, advierte de que se debe atajar de dos problemas que acechan a la economía: el déficit público y el paro. En este sentido, recuerda que el sector «es un claro y rápido generador de empleo».
Vicente Nomdedeu, Presidente Ascer
Plan de estímulo a la demanda
El sector azulejero es otro de los que ha experimentado el impacto del Covid. Según los datos facilitados por la patronal Ascer, las ventas totales del sector de enero a junio han disminuido entorno al 11% respecto al mismo periodo de 2019. Una cifra que se ha suavizado en junio y julio debido al buen funcionamiento de mercados estratégicos, sobre todo Estados Unidos y Alemania.
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Para la entidad que preside Vicente Nomdedeu, «es muy necesario que la financiación siga llegando a las empresas y aseguremos su solvencia. Hay que tomar medidas de estímulo al consumo ya que la incertidumbre y el desempleo paraliza la economía». Para el sector es prioritario poner en marcha un plan de estímulo de la demanda, ya sea a través de ayudas o a través de rebajas de la presión fiscal.
El director general de GB Consultores, Gonzalo Boronat, anticipa un «otoño caliente» para la vida de las empresas aunque reconoce que muchas ya han hecho los deberes en junio y julio. «Con ayuda de los ERTE, que son vitales para ayudar al tejido productivo, y planificación van a afrontar el otoño preparados, eso sí, con complejidad», detalla este experto.
A su juicio, va a ser necesaria un aplazamiento operativo, para revisar y ajustar costes, y financiero. «Las empresas van a tener que reestructurar deuda, en algunos casos de forma preventiva», señala. En este caso, Boronat fija la mirada en qué hará la banca y recuerda que a partir de abril de 2021 las empresas valencianas tendrán que empezar a devolver los préstamos ICO (cerca de 10.000 millones solicitados).
Fundada en 1957 y con una plantilla de 80 trabajadores (a los que se suman los puestos de trabajo indirectos que genera), la empresa valenciana Instalaciones Industriales Grau es de las que ha mantenido su actividad durante la pandemia –sólo cerraron el Viernes Santo– al estar englobada como actividad esencial. De hecho, han mantenido todos los empleos.
Especializada en la fabricación de equipos, instalaciones y componentes para sectores como el farmacéutico, químico, alimentario, cosmético y biotecnológico, su CEO, Carlos Grau, reconoce que el último cuatrimestre destaca por la incertidumbre, tanto comercial como económica. «Sin embargo, esta incertidumbre nos permite abrir nuevos caminos, y dar mas de nosotros mismos si cabe». Así, la empresa, de carácter familiar, busca adentrarse en nuevos sectores. Actualmente, está en proceso de cerrar proyectos en sectores como farmacia, cosmética y alimentación, con la consiguiente oferta de nuevos puestos de trabajo.
De cara al nuevo curso, y dado el contexto económico actual generado por la pandemia de Covid, Grau considera que las empresas tienen la necesidad de poder acceder a nuevas tecnologías o metodologías «que nos permitan ser competentes». Por ello, reclama a la Administración «inversión en ámbitos como el I+D y nuevas tecnologías, que nos ayuden a acceder más rápido a nuevos mercado y que promuevan la construcción de un tejido industrial potente».
A su juicio, «si esto se lleva a cabo, España se convertiría en un país cuya estabilidad económica no dependa sólo de un sector. Siendo nosotros mismos nuestros propios productores». «Y, por supuesto», insiste el CEO de la compañía, «se debe hacer hincapié en que en todas las empresas de cualquier sector se debe garantizar la seguridad de todos los componentes de ésta».
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