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Hermanadas en lo bueno y en lo malo. La Comunitat Valenciana y la Región de Murcia están unidas por múltiples lazos. Algunos son positivos, como el clima y su fuerza exportadora, que constatan que lo único que separa a ambas regiones es, a veces, una cuestión meramente territorial. Sin embargo, también comparten males. Revertir uno de ellos es clave para conseguir zafarse de los lastres que impiden desplegar todo su potencial: su escasa presencia en la agenda estatal. Este fue uno de los diagnósticos que lanzaron los principales dirigentes empresariales de las dos autonomías este miércoles en un encuentro organizado por LAS PROVINCIAS y La Verdad.
«Hemos conseguido que el problema del agua se vea en clave nacional. En el momento que nuestras reivindicaciones no se leen en clave nacional, pasamos a ser españoles de segunda y de tercera, como sucede con la infrafinanciación», explicó Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV). Del mismo modo, José Vicente Morata, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia; Miguel López Abad, presidente de Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia (CROEM); y Miriam Fuertes, presidenta de la Cámara de Comercio de Murcia, coincidieron con el mensaje lanzado por Navarro.
«Esas debilidades son tan críticas que echan para atrás las fortalezas que tanto nos ha costado sacar adelante. Estamos infrafinanciados y al mismo tiempo sobrecargados por la Administración con más y más burocracia», subrayó Fuertes, quien hizo hincapié también en las «sinergias naturales» entre ambas regiones. «Valencia y Murcia estamos unidas y llamadas a tener un desarrollo bestial si nos dejan. Lo vemos en logística, transporte, turismo, energías renovables y sostenibilidad», señaló la dirigente de la cámara murciana.
El presidente de la patronal murciana destacó el proyecto común por excelencia que sigue pendiente tras años de retrasos: el corredor mediterráneo. «No sólo es fundamental para nuestros territorios. Así sucede con el tema del agua. El trasvase siempre se asocia a Murcia, pero la Vega Baja también se beneficia», explicó López. Precisamente, la trascendencia del conflicto existente en el reparto del agua fue reseñada por todos los ponentes. «El agua afecta a todos. No es un problema sólo de los agricultores, que ya de por sí es importante, sino del turismo y de la industria», indicó Navarro, que llamó a los empresarios murcianos y valencianos a unirse en la defensa de estos intereses. «Murcia es la comunidad que peor financiada está y acto seguido es la Comunitat Valenciana. Somos capaces de, con menos, hacer mucho más. Sufrir déficits te hace ser más avispado y eso es algo que demostramos los empresarios de Valencia y Murcia», apostilló.
Morata, por su parte, reivindicó la necesidad de mejorar la conectividad, una cuestión que fue secundada por López. «La economía digital va a ser lo que nos una en los próximos diez años. Tener esas bandas anchas tan tremendas nos hará una región atractiva», indicó el dirigente cameral. Al respecto, el presidente de la patronal murciana contó la experiencia que sufre con su propia empresa. «No podemos ampliar la potencia eléctrica. No tenemos subestaciones. Es un problema muy grave. Necesitamos buenas redes, esas autovías que transportan electricidad», denunció.
Morata no quiso dejar de lado la batalla por los recursos hídricos, en la que coincidieron el resto de dirigentes. «No solamente podemos y debemos ser el motor económico de España, sino de Europa en estas circunstancias. Dimos de comer a Europa en la crisis alimentaria y tenemos que apoyar el resurgimiento de la industria», agregó.
Ante la necesidad de una solución hídrica y de financiación, Navarro lanzó una reflexión: «Somos una sociedad poco reivindicativa y eso es una debilidad. Estamos sufriendo con partidos de distinto color y la sociedad no se mueve», apostilló el representante empresarial, que insistió en que ni la Comunitat ni Murcia tienen peso en las instituciones. «Esto es una decisión estratégica. Estas debilidades las tenemos porque no estamos en las instituciones del Estado», manifestó.
Jesús García, director territorial de Cajamar en Valencia, también afeó «la dinámica centralista del Gobierno» pero no dejó el optimismo de lado: «Es evidente que tenemos futuro como sociedad y economía, aunque hay que equilibrar ciertos contrapesos». Por su parte, Jesús Gual, secretario autonómico de Economía de la Generalitat, se encargó de clausurar el foro. «Competimos en desigualdad. Tiene mucho mérito lo que hacéis», indicó y aseguró que «es justo reclamar» lo que le corresponde a ambas regiones.
La retención del talento y las trabas burocráticas son las dos principales batallas a las que se enfrentan empresarios de todo tipo e índole. Así lo constataron este miércoles Javier Jarilla, CEO de Grupo KIO, Javier López Cerrón, CEO de Grupo Orenes, Alfonso Pérez Cervelló, director territorial de la zona Levante de Ribera Salud y Ángel Garrigós, director de Marketing y Admisiones de ESIC Comunitat Valenciana.
«Las administraciones públicas están para apoyarnos y ayudar a que las empresas se desarrollen en un entorno de seguridad jurídica», señaló el CEO de Orenes, quien destacó que «las trabas burocráticas y barreras fiscales» ahuyentan proyectos. «Como sucede con las grandes energéticas que plantean llevar inversiones a Portugal en lugar de traerlas aquí», apostilló el empresario, quien advirtió de que hay procesos administrativos que tardan años en resolverse. «Pedimos que nos faciliten el trabajo, está claro que el suyo es regular, pero hay procesos que tardan años. No se puede aguantar», destacó López en la primera mesa redonda del encuentro organizado por LAS PROVINCIAS y La Verdad.
Por su parte, Jarilla exigió «coherencia» a la Administración, mientras que Garrigós hizo hincapié en la maraña legislativa que supone enfrentarse a la normativa de cada región. «Las competencias están descentralizadas y esto pues se nota. Hay un cambio normativo a poca distancia física de una región a otra y es algo con lo que tenemos que convivir. Nos gustaría que se simplificaran trámites, burocracia y redujeran tiempos para el bien de todos», indicó. Pérez señaló que, aunque la Administración «esté para regular, eso no puede llevarle a la incoherencia y la ineficiencia».
Más allá de las reivindicaciones, los empresarios también dieron espacio a las reflexiones y el autoanálisis. «Si las empresas quieren ser longevas, tienen que tener políticas de responsabilidad social y medioambiental», indicó López. A esto, el director territorial de la zona Levante de Ribera Salud quiso añadir como pilar fundamental la «propia sostenibilidad de la empresa y de sus recursos humanos», además de poner el foco en la colaboración público-privada.
Con esa mirada puesta en la sostenibilidad, Jarilla quiso lanzar un mensaje optimista en lo que respecta a su campo, el desarrollo de centros de datos. «Empiezan a estar mal vistos los centros de datos porque consumen mucha energía. Se dice que un centro consume 26 piscinas olímpicas al año para refrigerarse, pero esto se puede resolver. Hemos creado instalaciones donde el consumo de agua es cero y utilizando beneficios como la geotermia podemos tener centros de datos totalmente sostenibles», destacó. El director de Marketing y Admisiones de ESIC Comunitat Ángel consideró fundamental el papel de la formación para una sociedad más sostenible. «Tenemos que transmitir esos valores a los profesionales que luego deben implementar estas políticas de sostenibilidad», subrayó.
Todos coincidieron en el potencial de la Comunitat y la Región de Murcia, pero también denunciaron el sistema de financiación y el reparto de agua, que golpea por igual a ambas autonomías.
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