La administración concursal de Thyssen Ros Casares asumirá la gestión de la compañía

La administración concursal ha pedido al juez de lo Mercantil que cese el consejo de administración de Thyssen Ros Casares (TRC), empresa de El Puig dedicada al negocio de planos (fundamentalmente metal para la automoción). Con esta decisión, que han confirmado a LASPROVINCIAS varias fuentes próximas al proceso y que falta que sea ratificada por el juez de lo Mercantil, se acabará la disputa por constituir un consejo de administración en esta firma, pugna que se remonta al pasado 23 de junio de 2014, día en el que falleció Francisco Ros Casares, presidente de la compañía.

Thyssen ya solicitó esta medida pero sólo puede ser efectiva ahora que lo ha solicitado la administración concursal. La actuación desde el juzgado supondrá suspender los cargos de consejeros que tenían Francisco Ros García, su hermano Germán, y varios directivos de la compañía. La administración concursal se convertirá en la única que podrá tomar decisiones estratégicas dentro de la empresa. No se prevé decisión alguna respecto a la plantilla.

La repercusión de esta medida es hoy por hoy desconocida. El G-6, formado por los bancos Santander, BBVA, La Caixa, Bankia, Popular y Sabadell, trabaja en la entrada de varias empresas de Ros Casares en el Proyecto Fénix (entre ellas TRC). Si la entrada oficial en este proyecto se produjera en breve, la suspensión del consejo de esta sociedad se convertiría en un trámite sin repercusión. Pero el proceso se puede prolongar más allá de seis meses, según fuentes próximas al proceso.

La larga batalla judicial que están librando Thyssen y Ros Casares ha dejado claro que el pacto de accionistas firmado hace 20 años sigue en vigor. Según las fuentes consultadas por este periódico, la administración concursal está interesada en que se cumplan todos los contratos. Para llevarlos a la práctica sumará el apoyo que supone estar respaldado por el titular del juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia.

El pacto de accionistas, entre otras cuestiones, obliga al Grupo Thyssen a suministrar materia prima y financiar al Grupo Ros Casares. Además, la firma alemana no puede competir con la valenciana ni ayudar a un potencial rival en el negocio minorista en España, según aseguran fuentes próximas a la familia Ros Casares. Dicho pacto afecta a todas las filiales, incluida Centro de Acero, mercantil de los Ros Casares en el País Vasco que se dedica también al negocio de planos y cuyos administradores concursales son los mismos que los de TRC.

El objetivo de esta medida, según las fuentes consultadas, es lograr la continuidad de la empresa de manera que los dos socios (Thyssen y Ros Casares) saldrían beneficiados. Los administradores concursales esperan que el Grupo Ros Casares no acabe en liquidación, aunque dicha posibilidad sigue encima de la mesa en estos momentos.

Fuentes próximas a la familia Ros Casares aseguran que la intención de los socios valencianos es volver a activar el pacto de accionistas, ya que consideran que así se salvarán tanto la empresa como el empleo, por lo que ven con buenos ojos que la administración concursal asuma la gestión de TRC aunque ello suponga que tengan que cesar como consejeros de la empresa que tienen a medias con su socio alemán.