850 millones de capital árabe para vestir a Pepe Jeans, un histórico del vaquero

El capital árabe ha terminado por imponerse en la puja por hacerse con el control de Pepe Jeans, el penúltimo histórico del textil vaquero español y también uno de los emblemas de la moda nacional. En concreto, el grupo de origen libanés M1 ha puesto sobre la mesa hasta 850 millones de euros, según fuentes del sector, para hacerse con la mayoría de control del capital social.

A última hora del viernes, la Corporación Financiera Alba -el brazo inversor de la familia March- confirmaba la operación, que supone la venta del 58,9% que controlaba junto a otros dos socios: el financiero Juan Abelló (a través de Torreal) y L Capital Europe, una firma de capital riesgo controlada por el gigante del mercado de lujo LVMH.

Curiosamente, la 'hermana' asiática de esta última, L Capital Asia figura como socia de los libaneses en la compra. M1 Group se fundó hace 40 años por los hermanos Taha y Najib Mikati, quien llegó a ser primer ministro del Líbano en 2005 y 2011. Está presente en sectores tan diversos como las telecomunicaciones, la energía, el inmobiliario, las aerolíneas, el petróleo, las finanzas y el propio textil -es dueño de la marca Façonable desde 2007-.

De Londres a Barcelona

Pepe Jeans es de origen británico -fundada en Londres en 1973-, si bien de mayoría accionarial española hasta ahora. De hecho, el equipo directivo liderado por Carlos Ortega aún mantiene una participación cercana al 30% en la compañía que, a la vista de esta venta, podrían traspasar ahora.

El despegue de la compañía, que se gestiona desde la localidad barcelonesa de Sant Feliú de Llobregat, llegó en 2005 con la entrada de Juan Abelló. Pagó 50 millones de euros por el 43% de una firma de vaqueros que hoy vale ocho veces más. El precio de venta final multiplica por diez su resultado bruto de explotación (ebitda) para 2015: 80 millones.

Hablamos de una empresa (incluye a la británica Hackett) que en los últimos cuatro años -los fondos que desembarcaron en 2010 la valoraron en 300 millones, 2,8 veces menos de lo que se pagaría ahora-, en plena crisis, ha aumentado un 49% su facturación hasta los 516 millones. Sus ventas internacionales representan el 75% y está presente en 60 países.

En menos tiempo, desde 2012 (el ejercicio fiscal lo cerró en marzo de 2014), su beneficio se ha disparado un 155% hasta los 52 millones, mientras la red de tiendas crecía hasta las 300 y la deuda financiera se reducía a la mitad: 57 millones.