Urgente La Primitiva de este lunes deja tres premios de 35.758,38 euros
Grúas de construcción.

Juego de tronos en las constructoras

La sucesión en las grandes ya está sobre la mesa, pero todavía sin candidatos claros ni plazos

J. A. Bravo

Miércoles, 28 de octubre 2015, 20:13

En poco más de tres años OHL y ACS han cambiado sus papeles, y con ello las urgencias que tenía la segunda se han trasladado a la primera. En el verano de 2012, y más aún el de 2013, los problemas financieros de la constructora que preside Florentino Pérez eran muy importantes -en gran medida por su fallida inversión en Iberdrola, amén de otras operaciones-, tanto que le obligaron a pensar muy seriamente en la llegada de un socio de mucho peso, e incluso que terminara forzándole a poner fecha a su relevo.

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Hoy la ruleta de la vida ha girado 180 grados y en esta misma tesitura se encuentra Juan Miguel Villar Mir, su más duro rival -lo que no fue óbice para que en aquellos años llegara a hablar con Pérez sobre su posible entrada en ACS... Los negocios son los negocios-, además de presidente y fundador de OHL. Su grupo familiar, que lleva los mismos apellidos, aún poseía hace pocos meses una mayoría holgada en el capital social (más del 60%), pero los problemas financieros -tanto propios como de su constructora- le han ido obligando a deshacerse de una parte.

Hace poco cerró el traspaso de un 8,4% de OHL al fondo de inversión Tyrus Capital, que en 2010 ya se interesó por hacerse con un paquete importante de Prisa. Será solo un socio financiero y no participará en la gestión, al menos a priori, justo el tipo de salvavidas que buscaba Villar Mir tras comprobar que la corporación china HNA -principal socio de NH Hoteles y aspirante a comprar hasta un 49% de Globalia- estaba interesado en su constructora solo si era a precio de derribo. Es decir, con un descuento de más del 35% para entrar y una participación que podría alcanzar hasta el 10%.

En el trasfondo de todo están los cuantiosos agujeros que arrastran tanto su corporación familiar -más de 8.100 millones de euros de deuda para un beneficio de solo una treintena en el primer tercio del año-, como la propia OHL -5.694 millones de pasivo, aunque con una facturación muy recuperada (21% más) de enero a junio (1.975 millones)-, dos pesadas losas que solo puede levantar con la ayuda de los créditos. El problema es que los bancos le exigen vender, o dicho de otra manera, ampliar capital para que llegue más dinero y con ello nuevos inversores. El problema añadido es la cotización de las acciones del grupo de construcción y servicios, que se han desplomado un 61,5% en lo que va de año, es decir, ya vale menos de la mitad que a finales de 2014. Una caída acentuada tras saltar este verano el escándalo de presuntos sobornos supuestamente realizados desde su filial mexicana para ganarse el favor de políticos locales y, con ello, adjudicarse concesiones de infraestructuras. El caso ha terminado en manos de los tribunales aztecas, aunque todavía parece lejos de cerrarse.

La ampliación de capital forzada por la banca, por valor de 1.000 millones, ha sido la puntilla a su capitalización. Los derechos de suscripción salieron a principios de mes con un descuento de hasta el 62% y han terminado valiendo mucho menos -esta semana la acción cerró a 7,1 euros, casi cinco veces menos que los 34 que llegó a valer en junio de 2014, su máximo histórico-. Los resultados, a principios de noviembre.

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Piqué pierde enteros

A Villar Mir este temporal, que amenaza con tornarse en huracán, le ha pillado en plenas dudas sobre su proceso sucesorio, pues quiere mantener al menos el 50,01% de OHL. El exministro Josep Piqué, para quien creó ex profeso el puesto de consejero delegado (no existía) hace dos años, ha perdido muchos enteros como posible candidato -según fuentes cercanas al grupo- a raíz de sus criticas en privado al mayor de los hijos del patriarca, delfín propiciatorio desde hace más de un lustro.

Al veterano empresario, ingeniero de profesión, no le ha gustado nada la actitud de su primer ejecutivo, también crítico con su yerno y consejero de OHL, Javier López Madrid, por sus problemas judiciales. Le reprocha, además, que no haya sabido detener la caída de los números de la compañía y, sobre todo, su endeudamiento creciente. Pero a sus 84 años, Villar Mir sigue sin tener sucesor claro y, aunque él no piensa en retirarse, su entorno si le insiste en que al menos deje el relevo garantizado.

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Como empresa familiar que es, aunque cada vez menos, los expertos aconsejan que OHL precisaría de una "transición razonable", donde elector y elegido compartan durante algún tiempo el poder. Es justo lo que Florentino Pérez anunció en mayo de 2014 que haría en ACS, también de orígenes familiares.

El más conocido popularmente como presidente del Real Madrid dijo entonces que "en uno o dos años" cedería el bastón de mando de la hoy primera constructora española, que el primer semestre facturó 17.860 millones, casi el triple que la segunda (Ferrovial). En abril le confirmó a la junta que nombrará consejero delegado a Marcelino Fernández Verdes, hoy primer ejecutivo de sus dos grandes filiales foráneas, la alemana Hochtief y la australiana Leighton.

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Dijo que sería a principios de 2016, pero sin concretar más, y sobre todo aclaró -después ha vuelto a insistir sobre ello en privado- que él seguirá como presidente. La salida progresiva de la familia March (hoy por debajo del 12% en el capital social) le ha dejado como primer accionista (12,5%) y, a su vez, le ha permitido cierto respiro frente a las presiones del resto de socios (los Albertos, Miguel Fluxá...) para empezar ya a ceder poder.

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