Los cuadernos Rubio vuelven a los años 50

En la mañana del jueves la empresa Rubio inauguró sus instalaciones en el polígono de Quart de Poblet, así como un aula-museo dedicada a Ramón Rubio, fundador de la empresa a mediados del siglo pasado.

Hemos hecho un gran esfuerzo en estos momentos de crisis para poder inaugurar estas instalaciones donde podemos encontrar dos máquinas de impresión de última tecnología, una para encuadernar muy moderna fabricada en Alemania exclusivamente para nosotros que hace 8.000 cuadernos por hora, explicó Enrique Rubio, gerente del grupo.

Todo ello en una nave de 2.000 metros cuadrados, para poder comenzar desde ahí la distribución de los 4 millones de cuadernillos que vendemos actualmente, añadió.

La compañía valenciana, famosa en toda España por sus cuadernillos educativos, aúnan en un mismo espacio modernidad con tradición. Y es que, en la planta superior de las instalaciones, han creado un pequeño museo que imita a un aula de la década de los cincuenta.

Es un homenaje a mi padre, un aula-museo dedicada a Ramón Rubio Silvestre, la persona que más admiro y la que más ejemplo me ha dado durante toda mi vida, señaló Enrique Rubio.

Cuando era pequeño no me atrevía a decir a lo que se dedicaba mi padre, porque hacer deberes, sobre todo en vacaciones, no gustaba a nadie; sin embargo, ahora el efecto nostalgia es muy grande; cuando la gente ve un cuadernillo inmediatamente siente una serie de emociones que provoca una sonrisa, aseguró el heredero de la compañía valenciana.

Camino de celebrar el sesenta aniversario de la firma, Rubio quiere seguir evolucionando. No queremos que nos identifiquen sólo por los cuadernillos; para ello estamos trabajando con Rubio Kids y con otros muchos proyectos, señaló Enrique Rubio. De la marca no se vive, por eso gracias al esfuerzo y a trabajar siempre con los mejores hemos conseguido que esta marca del pasado esté ahora en auge, concluyó.