Industrias Alegre, más de 60 años innovando en plásticos

Cada vez que cambiamos la posición del asiento de nuestro coche, agarramos el cinturón de seguridad o abrimos el maletero es muy probable que estemos en contacto con piezas fabricadas por Industrias Alegre, empresa valenciana pionera en inyección de plásticos con más de medio siglo de historia que trabaja con miles de referencias y suministra sus productos a más de un centenar de empresas en 20 países.

Las raíces de la firma valenciana se hallan en el garaje de la vivienda de Vicente Alegre, donde disfrutaba sus horas libres fabricando troqueles para joyería. Fue en 1953 cuando fundó los Talleres Almar, dedicados a matricería y moldes para plásticos. Ya con el nombre de Talleres Alegre el negocio se trasladó a Patraix, donde continuó un crecimiento imparable.

Las labores de matricería dieron paso a la creación de la marca propia de ferretería y menaje Valeplast. Así a la fabricación de los moldes se sumó la producción de las propias piezas de plástico. En 1966, ya daba empleo a medio centenar de trabajadores y sus cajas de herramientas y costureros estaban presentes en todos los hogares valencianos.

Fue en los años 70 cuando la empresa se convirtió en Industrias Alegre S. A. y se trasladó a su actual sede, en Albal, donde se especializó en el plástico, con especial maestría en la fabricación de moldes de mayor calidad y menor coste. Era un paso más del emprendimiento de su fundador.

La proyección internacional de la empresa despegó a finales de la década de los 60, tras alcanzar acuerdos con las principales empresas del automóvil, fabricando piezas para Seat y para la fábrica de Simca en Villaverde. El afán de ampliar fronteras de Vicente Alegre ya había aflorado años antes con viajes a Estados Unidos donde obtuvo contratos para fabricar las tapas de los cosméticos Avon y a Europa, donde se cerraron diferentes representaciones decisivas par el futuro.

Era el principio de una comunión con la automoción. Cuando el gigante americano Ford levantó su fábrica de Almussafes eligió a Alegre como proveedor. Así, en 1976 se inició el suministro de revestimientos para los pilares interiores del primer Fiesta y en esa década se incorporaron como clientes Citroën, Peugeot-Talbot y General Motors.

La firma valenciana se convirtió en un 'full service supplier' (FSS), es decir, un proveedor de primer nivel que puede trabajar una pieza desde la hoja en blanco hasta la entrega en la factoría, en este caso de Ford. La empresa recibió su primer encargo como FSS con el Ford Fiesta lanzado en 2001. Para ello, dos años antes desplazó a sus ingenieros a Inglaterra y a Alemania para trabajar en los centros de desarrollo de Ford en el nuevo modelo.

La calidad de los componentes proporcionados llevó a Ford a otorgar Industrias Alegre el prestigioso reconocimiento Silver Award World Excellence en 2005.

En el arranque del siglo XXI, Alegre llevó a cabo dos acciones decisivas. Una fue la apuesta por crear un departamento de I+D, que le ha llevado al desarrollo del contenedor Hybrid Box. La otra fue su internacionalización. Su proceso de globalización se inició en 2006. Junto con otro proveedor del sector creó en Polonia Silesia Plastics, que se adjudicó el contrato del Ford Fiesta 2008. La planta de Albal diseñó toda la ingeniería y se puso a trabajar en el proyecto para suministrar un buen número de piezas a las plantas de Colonia y Almussafes. En el año 2010 se creó Alegre Branch Romania con un socio en Rumania para suministras las piezas de interior del nuevo B-Max. En 2014 su presencia se amplió a Rusia. En noviembre de este año, Alegre ha puesto en marcha el primer proyecto de industrialización en el país azteca.

En total, Alegre está presente en siete países, aparte de España donde mantiene su sede central. A las plantas de Polonia, Rumania y Rusia se suma la capacidad de producción en India, Brasil, México y Estados Unidos, de modo que puede ofertar piezas para todos sus clientes que se fabriquen en dichos mercados o colindantes a los mismos.

Inversiones constantes

La crisis económica sirvió a Alegre para ser más competitivo. La reducción de los pedidos se hizo patente a finales de 2008 y la empresa aprovechó el descenso de la demanda para remodelar sus instalaciones centrales de Albal. En 2009 reestructuró la planta principal de inyección, donde introdujo nuevos sistemas de inyección por gas, bi-inyección y back moulding, un sistema que permite la inyección de piezas tapizadas del interior del coche.

En 2012 se reformaron las oficinas centrales y la fachada de la Sede de Pista de Silla. Dos años más tarde puso en marcha una nave de 4.500 metros cuadrados, adquirió una nueva prensa de 2.300 toneladas y otras dos de 1.500 y 1.800 toneladas. En 2015, los 1.200 metros cuadrados nuevos de oficina han culminado este proceso. Además, ni siquiera en los momentos más difíciles de la crisis la empresa eliminó puestos de trabajo. Y a lo largo de este año ha alcanzado su máximo histórico en su planta de Albal con más de 450 trabajadores.

Más de medio siglo después del nacimiento de la compañía, Industrias Alegre es hoy uno de los proveedores de plásticos para interiores de automóviles más importantes del mercado europeo. La firma fundada por Vicente Alegre continúa mirando al futuro de frente gracias a su renovación constante, a su apuesta por la investigación en I+D y a las continuas inversiones en nuevas tecnologías, que ha resultado un factor clave del crecimiento en los últimos años.

Más tecnología

En la actualidad, Alegre desarrolla tecnologías de reducción de peso en las piezas inyectadas, una de las necesidades vitales del sector. La compañía está investigando en novedosos procesos de decoración de pieza plástica que aportan más valor a sus productos. Industrias Alegre tampoco pierde de vista las tendencias a largo plazo. De ahí sus líneas de estudio sobre fabricación personalizada y la incorporación de cada vez más tecnología en el vehículo, estrategia por la que claramente apuesta la empresa valenciana.