![Delibreads: el negocio de darle la vuelta a la tortilla](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201710/22/media/cortadas/117675239--624x408.jpg)
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Lunes, 23 de octubre 2017, 20:43
Las transformaciones sociales han traído cambios de todo tipo en el día a día de los valencianos, pero uno de los más exóticos se ha producido en la alimentación. Hace unas décadas, las llamadas 'cocinas del mundo' eran una oferta gastronómica que había que buscar en restaurantes especializados, y se limitaba en la mayoría de los casos a propuestas asiáticas o, más concretamente, restaurantes chinos.
A excepción de las pizzas, si se quería realizar en casa este tipo de platos había que ir en busca de un supermercado 'gourmet' que dispusiera de las materias primas necesarias ya que, pensar en obtener ya elaborados algunos de los complementos era casi imposible. Sin embargo, la popularización de la oferta y la llegada de inmigrantes llevó a que en los lineales de los supermercados generalistas comenzaran a proliferar frutas, verduras, harinas, condimentos o bebidas que, en algunos casos, se han hecho fuertes en la lista de la compra de nativos y foráneos.
Una de esas ofertas que se ha hecho hoy habitual y no lo era hace algún tiempo son las tortillas de maíz, base de la alimentación mexicana, y que, en el caso español, domina una empresa valenciana con una facturación de más de 12 millones de euros y unos beneficios anuales que rondan los dos millones.
Se trata de Delibreads, fundada en 2010 en la localidad valenciana de Lliria para la producción de panes especiales. Comercializa sus productos bajo las marcas Delibreads, Delisun y Fillings tanto para el canal profesional de restaurantes como para el de la distribución al consumidor final. Además de ser interproveedora de Mercadona, cuenta con una actividad exportadora muy relevante que le permite tener presencia comercial en más de 20 países, entre los que destacan los de Oriente Próximo.
Sin embargo, uno de los motivos que han puesto a esta compañía de actualidad ha sido el cambio de propiedad que se consumó antes del verano. Desde junio, Álvaro Otero, yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig, cuenta con la propiedad de la empresa a través de la sociedad Lembas del Tyris.
Esposo de Juana Roig Herrero, su trayectoria profesional le ha hecho pasar por diversas firmas de capital riesgo y desarrollar funciones de gestión en empresas de base tecnológica. El proyecto con el que Otero ha asumido la compañía es el de impulsar su internacionalización y consolidar su negocio. De hecho, el cambio de propiedad no ha significado alteraciones de otro tipo, ya que el acuerdo de venta ha llevado parejo garantizar la continuidad de todos los puestos de trabajo de la empresa, que son una veintena, y de las inversiones previstas.
La facturación de un negocio como la producción de tortas de maíz y sus expectativas de crecimiento evidencia que la diversidad cultural ha entrado con fuerza en las neveras y despensas. Junto a productos de toda la vida, se ha convertido en habitual que las cadenas de supermercados ya dispongan de genero desarrollado con marca propia de platos foráneos. En algunos casos se trata de productos puntuales, como ocurre en Mercadona y Consum, mientras que otras cadenas optan por realizar campañas en el punto de venta con muchos productos englobados en función de nacionalidades. Esta práctica es habitual en El Corte Inglés o en Lidl, y ambas disponen de relevantes proveedores valencianos que elaboran aquí productos tradicionales de lugares tan dispares como La India, Japón o América Latina.
La empresa que asume Otero cerró 2016 con un incremento de la cifra de negocio del 7,45%, situándose en 12,38 millones de euros. El resultado de explotación fue de 2,67 millones, con un beneficio después de impuestos de 1,97 millones. La memoria de actividad de la compañía destaca que la sociedad ha conseguido mejorar sus ratios de solvencia y liquidez con respecto a ejercicios previos, lo que atribuye a «la buena marcha y gestión del negocio». El pasado ejercicio, además, la empresa consiguió amortizar la totalidad de las deudas con entidades de crédito, por lo que actualmente se consigue financiar mediante recursos propios generados por la actividad comercial y destaca que no posee impagados.
En todo caso, ante la fluctuación del mercado de materias primas, los responsables de la compañía optaron por dotar los resultados obtenidos en el pasado ejercicio a reservas voluntarias. La decisión refuerza también la estrategia que le ha llevado a seguir una política de reducción y contención del gasto corriente y la realización de inversiones para optimizar la planificación de servicios, con el objeto de aumentar la productividad y posicionarse en las mejores condiciones competitivas.
Hasta ahora, Delibreads formaba parte del Grupo Aldebarán Projects, pero su salida no se ha producido en solitario. La corporación de los hermanos Baringo optó por vender también la proveedora de pollos de Mercadona, Avinatur, y Pinchos Jovi, «como resultado de su nueva orientación estratégica y de negocio», según expuso en el momento del anuncio.
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