Juan Corona, director general del Instituto de la Empresa Familiar, que celebra en Valencia su congreso anual. damián torres

«La empresa familiar demanda estabilidad y que el marco legislativo no dé bandazos»

Afirma que «los cambios constantes de normas complican la planificación estratégica a largo plazo» y la inversión, que «aún no se ha recuperado» Juan Corona Director general del Instituto de la Empresa Familiar

INÉS HERRERO

VALENCIA.

Lunes, 29 de octubre 2018, 00:34

La plana mayor del Instituto de la Empresa Familiar se reúne hoy en Valencia para reivindicar el papel fundamental desarrollado por estas compañías durante la crisis y la recuperación, con ponentes como Juan Roig, Simón Pedro Barceló, José Manuel Entrecanales, Marc Puig o Juan Corona, que

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remarca la necesidad de estabilidad.

-¿Las empresas familiares dejaron atrás la crisis o tienen dificultades, con signos ya de desaceleración?

-Aguantaron razonablemente bien durante la crisis y son las que han ayudado esencialmente a salir de la misma porque en cuanto pudieron, empezaron a crecer. Al igual que la economía, están razonablemente bien y aspiran a que este ciclo de crecimiento dure lo máximo posible porque la economía española tiene potencial para estar mucho mejor, sobre todo en competitividad.

-¿Hay grandes diferencias entre las firmas valencianas y el resto?

-No hay demasiadas diferencias por comunidades, excepto Madrid y Barcelona que tienen otro tipo de empresas. Valencia está en el top de las que tienen más empresas familiares y en las que contribuyen más a la generación de PIB y de empleo.

-¿Cuáles son sus principales preocupaciones, aparte de la sucesión?

-La sucesión siempre va a ser un problema para la empresa familiar. Aparte de eso, en estos momentos demanda que el marco legislativo no dé bandazos, estabilidad y que no haya constantemente cambios de normas que complican enormemente el funcionamiento de la empresa, no tanto en el día a día, sino en la planificación estratégica a largo plazo, que es el punto fuerte de la empresa familiar y si le generan dificultades ahí, no crece todo lo que podría. España tiene un volumen de actividad económica muy importante pero la inversión todavía no se ha recuperado, y el futuro de un país es la inversión, que requiere marcos muy claros, muy estables y que no sean negativos para invertir. Tenemos una situación política muy poco estable, el Parlamento está muy fragmentado y es difícil conseguirlo, pero también existen los pactos.

-¿Considera que el distinto tratamiento fiscal entre comunidades juega un papel importante en la economía, hasta el punto de motivar traslados de empresas y de empresarios o patrimonios?

-Sí, llega a ese punto. Es un tema de debate muy importante, que genera dos problemas: el agravio comparativo de un empresario que haciendo la misma actividad que otro en una comunidad distinta está tratado de manera diferente, y otro, que empieza a haber muchas empresas, medianas, que operan en bastantes comunidades y se enfrentan a 17 marcos normativos diferentes.

-¿Le inquieta el impacto del conflicto catalán?

-Un conflicto en la región más industrializada de España, y sobre todo por la inestabilidad política que genera, no es bueno para nadie. El Instituto de la Empresa Familiar se pronunció hace un año y, aparte de lamentar la conflictividad, pedíamos a los políticos que, cuanto antes, llegaran a un arreglo dentro del marco legal y del marco constitucional.

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-¿Esa demanda sigue vigente?

-Sí, sigue plenamente vigente.

-¿Preocupa más el proteccionismo de Donald Trump o el efecto que está teniendo ya el 'Brexit'?

-A pesar de que quizá sea más popular y más explosivo el tema de Trump, a nivel operativo tiene mucho mayor impacto el 'Brexit'. No pensamos que sea aconsejable que la Unión Europea se debilite en momentos donde tiene que luchar contra China y Estados Unidos e incluso Rusia, pero es lo que hay. Acabe como acabe, es malo para Europa.

-¿Encuentran la mano de obra que necesitan o tienen dificultades para hallar los perfiles adecuados?

-Los empresarios tienen problemas para encontrar determinado tipo de perfiles, de formación profesional o ciclos formativos, sobre todo en el sector industrial. Hasta el punto de tener que hacer misiones al extranjero para encontrar ese tipo de personas. Por ese motivo, nuestro último informe con la Fundación Bankia se centra en ese problema y pensamos que tiene fácil solución, es un tema de diseño, no de dinero.

-¿Qué echan en falta por parte de las administraciones públicas?

-Nos gustaría que llegaran a pactos de Estado en temas muy sensibles, fundamentalmente en educación, que las normas que rigen el funcionamiento empresarial se diseñen teniendo en cuenta que competimos con otros países y que la política económica se orientase a incentivar el aumento de dimensión de las empresas. En el Instituto de Empresa Familiar hablamos siempre maravillas de los pequeños emprendedores y de las pymes, genial pero creced, y eso requiere voluntad de crecimiento y que el marco ayude.

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