Primero fue la caída de ventas del sector de la automoción a nivel global. Luego, la pandemia del Covid-19. Ahora, la crisis de los microchips. Tres escenarios que han llevado a la industria automovilística a sufrir cierres de factorías, reestructuraciones, ERTE, ERE, despidos ... y demás ajustes en un tira y afloja de las compañías ante un mercado cambiante y que se encuentra en plena transición hacia el vehículo eléctrico. A esto se añade también la robotización de los puestos de trabajo, que viene de atrás, y el notable encarecimiento de los costes energéticos en los últimos meses.
Publicidad
En medio de esta tormenta perfecta se encuentra la planta de Ford Almussafes, que no sólo debe lidiar con la carencia de los semiconductores, sino que además está pendiente de los anuncios que haga la compañía en Europa de cara a la producción de nuevos modelos, determinantes para el futuro de la planta.
Sin ir más lejos, el pasado martes la dirección de la factoría valenciana anunciaba que ampliaba una semana la parada de producción de vehículos, lo que supondrá la quinta modificación hasta el momento del actual Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) . ¿La razón? «La inestabilidad» en el suministro de semiconductores y componentes.
En lo que va de año, la fábrica acumula dos prórrogas de un ERTE anterior motivado por la pandemia de Covid y tres nuevos a causa de la escasez de semiconductores, según detallaron desde el sindicato STM. Esos nuevos ERTE, con fechas de 26 de abril, 25 de junio y el vigente, del 30 de septiembre, han estado motivados por los problemas para realizar una producción continuada. En resumen, en 2021, la plantilla de Ford Almussafes ha sufrido cuatro ERTE y 14 modificaciones de estos expedientes por la carencia de semiconductores.
Publicidad
Y es que, la carencia de microchips –cuya fabricación se concentra en Asia–, se ha traducido en una caída de la producción, que ya iba cuesta abajo en 2020, el ejercicio de la pandemia. En concreto, de enero a octubre de este año, la producción en Almussafes se sitúa en 138.703 vehículos, una cifra claramente inferior al total del pasado año, cuando los automóviles producidos fueron 235.344. Pese a que aún quedan dos meses para el cierre del ejercicio actual, difícilmente serán suficientes para acercarse a los números de 2020. Mientras, en 2019, la producción se saldó con 345.612 unidades. Es decir, la fabricación cayó un 31,9% en 2020, según los datos proporcionados por el sindicato STM.
En cuanto a las cifras mensuales, las mismas fuentes indican que la planta fabricó 6.100 vehículos el pasado mes de octubre frente a los 15.181 de diciembre de 2020. Cabe recordar que el pasado año también fue complicado para el personal de la planta, ya que la empresa ejecutó dos ERTE totales con motivo de la pandemia, una prórroga, cinco modificaciones de ERTE por días, además del ERE de 350 empleados.
Publicidad
Ante estos vaivenes, los trabajadores aseguran estar sumidos en «la incertidumbre», tal y como indica el portavoz de STM, Daniel Portillo, que denuncia la falta de organización de la empresa a la hora de ejecutar los ERTE. «La gente no sabe si va a trabajar o lo que va a pasar. Hay un abuso en cuanto a los avisos de la modificación de los ERTE y están perjudicando la conciliación familiar de los trabajadores», señala el representante sindical.
No obstante, la organización sindical confía en que la situación sea meramente «coyuntural» y que la actividad pueda volver a la normalidad. «Respecto a la carga de faena, somos optimistas. Ford siempre ha presentado balances muy positivos mientras otras factorías de Europa presentaban pérdidas», añade Portillo.
Publicidad
Cabe recordar que la mercantil se encuentra en un proceso de reestructuración –en dos años de los 50.000 trabajadores en Europa se han reducido en 10.000– y la planta valenciana trata de hacerse un hueco en la transición al coche eléctrico.
Por ello, el silencio de la compañía del óvalo respecto a posibles inversiones en la planta valenciana mientras anuncia líneas para otras factorías mantiene en vilo a los más de 7.000 trabajadores de Almussafes, así como a todo el entorno de empresas proveedoras. El último caso fue el de la factoría de Halewood (Reino Unido). En concreto, Ford invertirá hasta 230 millones de libras –unos 273 millones de euros– en la fábrica de sistemas de transmisión de vehículos para transformarla y construir componentes eléctricos para los futuros vehículos comerciales y de pasajeros totalmente eléctricos en Europa.
Publicidad
«Esperamos que llegue cuanto antes el anuncio de inversiones y nuevos modelos», declararon las mismas fuentes en cuanto se conoció la inversión en la planta británica. Sin embargo, el sindicato mayoritario, UGT-PV, considera que para que llegue la ansiada inversión, la factoría tiene que haber resuelto su proceso de renovación del convenio colectivo. «Esos anuncios en otros centros han llevado previamente el trabajo que estamos haciendo ahora nosotros», explican.
Por su parte, el Cluster de Automoción de la Comunitat Valenciana AVIA señala que los proveedores del sector no son ajenos a la situación de Ford. Según explica, aquellos que son proveedores de nivel 1 y que trabajan sólo para las plantas de montaje están acudiendo a soluciones como ERTE y bolsa de horas, principalmente. En cuanto al resto de proveedores, los de nivel 2 y 3 están profundizando en sus estrategias de diversificación, que van desde el sector médico, hasta el aeronáutico, pasando por el sector ferroviario, naval, y todo el industrial. «Además están apostando por la I+D+i como una herramienta de diferenciación y de aportar valor añadido a los procesos, productos y servicios que ofrecen», agrega la patronal.
Noticia Patrocinada
6.100 Vehículos se fabricaron el pasado mes de octubre, menos de la mitad de los producidos en el mes de diciembre del año 2020.
La factoría, pendiente de nuevas inversiones La planta valenciana está a la espera de que la compañía del óvalo anuncie nuevos modelos que garanticen la carga de trabajo suficiente para mantener su viabilidad. El último anuncio en ese sentido fue para la factoría de Halewood, en Reino Unido.
17,5% La actividad generada por la factoría en Almussafes copa el 17,5% del empleo de la industria manufacturera en la Comunitat Valenciana, según un informe de la Universidad Europea publicado en 2016.
Los proveedores buscan diversificarse Las compañías que proveen de componentes a la planta valenciana tratan de capear el temporal ampliando y diversificando su producción para no depender tanto de la industria automovilística.
31,9% La producción se desplomó un 31,9% a cierre de 2020 respecto a 2019, debido a los estragos de la pandemia del Covid-19. No obstante, la empresa y el sector llevaban varios años sufriendo una contracción en la demanda de los consumidores.
Pero la onda expansiva de Ford no es poca cosa. Según un informe de la Universidad Europea, elaborado en 2016 con motivo del 40 aniversario de la compañía en España, la contribución de la firma en términos de valor añadido en relación con el PIB de la Comunitat Valenciana que se situó en el 6% además de copar el 17,5% del empleo de la industria manufacturera en la región.
La Asociación de Empresarios de Parque y Polígonos Industriales (Ribera Baixa), por su parte, destacan que tratan de mantener el pulso «para que el entorno industrial sea más competitivo y continúe siendo atractivo», a través de la mejora en infraestructuras, transporte y las nuevas tecnologías que permitan a las empresas «ahorrar costes, ser más sostenibles y, por tanto, más competitivas».
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.