Ford revisará 3.500 furgonetas fabricadas en Almussafes por un fallo del motor

La multinacional Ford anunció ayer la puesta en marcha de una campaña en norteamérica para revisar 3.487 furgonetas Transit Connect, uno de los principales modelos producidos en la planta valenciana de Almussafes, después de encontrar un fallo de calibración del software del motor que no detecta de forma correcta los niveles máximos de temperatura.

La empresa estadounidense informó que estas unidades fueron fabricadas en la Comunitat entre el 2 de agosto de 2018 y el 30 de julio de este año y que incorporan un propulsor de 2.5 litros. Según Europa Press, del total de vehículos afectados por este problema, 2.903 se encuentran en EEUU, mientras que los 584 restantes están localizados en Canadá.

La firma apuntó que estas furgonetas tienen una calibración en el sistema de enfriamiento para la protección del motor que tiene unos valores máximos de temperatura más altos de lo previsto, lo que puede ocasionar, en casos excepcionales, que el motor funcione con temperaturas por encima de los niveles críticos, aumentando el riesgo de incendio. La compañía automovilística con sede en Dearborn, en el estado de Michigan, aseguró que no ha recibido ningún informe o comunicación de que este problema haya ocasionado ninguna lesión o accidente entre sus clientes.

El Comité de Empresa de la planta de Almussafes defendió que el fallo detectado se produce en el motor, una pieza que no se fabrica en la actualidad en la Comunitat sino en EEUU. Desde la delegación sindical remarcaron que lo que se realiza en la fábrica valenciana es el ensamblaje de la Transit Conect y consideraron que por ello no habían tenido noticias del problema detectado. Sin embargo, sí que apuntaron que está previsto que en el próximo verano el motor de la furgoneta se pueda fabricar en la autonomía. Una apuesta que ha alargado la vida útil de estas instalaciones. Por su parte, desde la delegación de Ford España se remitieron al comunicado norteamericano.

La noticia de este fallo, pese a tener que aclararse si se debe a un error del propio motor o que se puede haber producido durante el ensamblaje, no es una buena noticia para Ford. La multinacional, al igual que el resto de empresas del sector, vive una situación muy delicada a raíz de la pandemia de coronavirus y sus ventas en Europa han descendido un 30,4% en los nueve primeros meses, hasta 709.548 unidades. Esto ha llevado a que la firma se haya visto obligada a realizar un ERTE que aún está vigente y que ayer mismo afectó a unos 6.000 trabajadores en las áreas de producción de vehículos. En noviembre y diciembre también están previstos paros parciales. Además, a finales de octubre culminará el despido de 350 trabajadores.

El difícil contexto económico actual ha llevado a la Generalitat a reforzar la apuesta por la planta de Almussafes, que no solo emplea a 7.000 personas de forma directa sino también a miles en empresas que le provén de diferentes productos y servicios. Por ello, la pasada semana fue aprobada una ayuda de 5,2 millones para implantar una industria de baterías eléctricas en la factoría de Almussafes, dotado con 5,2 millones de euros para el ejercicio 2020. Una iniciativa que se une a otras similares destinadas a la reconversión de la factoría para realizar vehículos más sostenibles y potenciar así su valor ya que la planta valenciana se considera una de las más productivas.