Javier Gandía: «El Gobierno debe darse cuenta de que el motor de un país son las empresas»

Del abecedario en que se ha convertido el pronóstico de la recuperación económica (en V, U, L), Javier Gandía se queda con la C, «de currar», pues existe «incertidumbre porque la salud [vacunas] va a marcar la recuperación. No sabemos qué va a pasar, así que nos toca trabajar y saldremos de ésta».

–¿Qué opina de la gestión de la crisis de coronavirus?

–Ha faltado anticipación. Por ejemplo, estuve viajando a finales de febrero y principios de marzo por Japón y África y, en el primero, las medidas de seguridad ya eran extremas, la población estaba advertida de lo que pasaba. Mientras, en África, en países como Camerún o Nigeria, me tomaban la temperatura en los aeropuertos. Aquí, en España, nada. Deberían haberse cancelados los vuelos con Italia y China desde el minuto uno, que era una medida fácil.

–¿Costó reaccionar?

–La clave fue la falta anticipación en las primeras semanas. El Gobierno ha ido detrás de los acontecimientos en la primera etapa del Covid-19. Y los datos están ahí. Debería hacer autocrítica para mejorar; sin olvidar que ha sido un contexto difícil, pero hay que hacerla.

–¿Cree que el Gobierno ha convertido a los empresarios en su enemigo?

–El Gobierno debe darse cuenta de que el motor de un país son las empresas. Los países donde la prioridad son las empresas no hay paro, los sueldos son altos... Creo que las empresas deben ser aliados del Gobierno y viceversa. La clave de un país es que las empresas vayan bien porque son las que generan empleo. Falta apoyo.

–Llegados a este punto, con el plan de desescalada en marcha, ¿qué debería hacer el Gobierno?

–Hay que aprender de lo ocurrido y mirar lo que pasó hace diez años, donde hubo medidas de austeridad que no fueron buenas porque Europa tardó más en salir de la crisis que Estados Unidos. Estamos hablando de una crisis sanitaria y otra económica. En la primera, poner los medios suficientes y concienciar a los ciudadanos para que este trabajo de semanas no se tire por la borda. En el plano económico, mucho diálogo con las empresas, con los distintos sectores, especialmente con los que son relevantes para el PIB, como hostelería o turismo. Hay que aplicar medidas de estímulo para que se activen. Con todas las medidas de prevención y protección posibles, pero todo el mundo debería estar ya a pleno rendimiento.

–¿Qué papel debe jugar el Consell en este momento?

–Hay un aspecto positivo en la Comunitat: fuimos la primera en que hubo casos y ya estamos en mejor situación que Cataluña o Madrid. Deberíamos aprovechar esa ventaja para aplicar una desescalada más rápida; segura, pero rápida. Las medidas deben ser las mismas: apoyo a los empresarios, reactivación de los sectores, con planes diferenciados porque el impacto ha sido distinto. Apoyo máximo a las empresas y diálogo.

–¿Cuál será el motor de la recuperación?

–Las personas. Al final, todos los sectores y empresas lo forman personas. Las crisis sacan lo mejor de cada uno, lo vemos a diario en las muestras de solidaridad. Luego, la tecnología y la innovación.

–En el caso de su empresa, ¿cómo se ha afrontado la crisis del Covid-19?

–Lo primero, agradecer a los empleados, que son nuestro pilar, el esfuerzo que han hecho. Se han seguido los protocolos de forma estricta, nos adelantamos a medidas como mascarillas, turnos o toma de temperatura, y ha funcionado pues no hemos tenido casos. Nuestra prioridad ha sido mantener el empleo, incluso a costa de la rentabilidad de la compañía. La misma gente que estos años ha hecho que vaya bien es la que ahora tienes que proteger. Respecto al sector vinícola, hay dos grandes canales: alimentación, donde ahora crece el consumo de vino; y hostelería, que está cerrada y es el 50% del consumo en España. Muchas bodegas lo están pasando mal, así que es un momento agridulce. En nuestro caso, llevamos bien las ventas y nos estamos adaptando al entorno, aportando material como mascarillas o mamparas a nuestros clientes.

–¿Mantiene sus previsiones para 2020 en cuanto a proyectos, inversiones, etc.?

–La mayor parte de las inversiones se hicieron el año pasado con dos nuevas líneas de embotellado y un nuevo almacén logístico. Hemos presentado a nuestro nuevo director técnico y unos vinos 'premium' de manera telemática, hacemos videocatas... No hemos paralizado ningún proyecto, los hemos adaptado a otros entornos para mantener la normalidad. Este año cumplimos 135 años; hemos pasado por peores momentos, incluso guerras, y de ésta saldremos. Hay que ser optimistas y trabajar.