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ELÍSABETH RODRÍGUEZ
Jueves, 13 de febrero 2020, 23:32
valencia. La fábrica de Lafarge en Sagunto ha decidido mover ficha para tratar de resolver su conflicto con la Administración, que amenaza el futuro de la planta por impedir la ampliación de su cantera actual al declarar la Montaña Romeu como paraje natural municipal.
En concreto, la compañía ha enviado una propuesta a la Generalitat que consiste en revalorizar los residuos de otras industrias y sectores. Con esta medida, la firma espera que se le abra la puerta a un acuerdo, tanto con la Conselleria de Medio Ambiente como con el consistorio, para permitir la ampliación de su zona de extracción.
«Creemos que valorarán esta propuesta de manera positiva. Era una planteamiento que ya teníamos hecho pero lo cierto es que no lo podremos llevar adelante si no nos dan una solución para garantizar nuestro futuro», explicó ayer José Luis Coleto, director de la fábrica de Sagunto, durante la presentación del balance de 2019.
El objetivo de la compañía es «compatibilizar» la protección del Monte Romeu con la actividad extractiva. Según Coleto, sería necesaria la ampliación de la zona actual de extracción para tener las reservas necesarias hasta el año 2042. «Con el hueco minero actual sólo tenemos para los próximos 10 o 15 años», subrayó el directivo, quien recordó que la planta genera 150 empleos directos y 500 indirectos.
El tratamiento de estos residuos necesita una tecnología que requiere una inversión de ocho millones. Coleto insistió en que esta cantidad (ya anunciada el pasado año) «está supeditada al diálogo y a las soluciones que se encuentren con la Generalitat y el Ayuntamiento de Sagunto». En ese sentido, Coleto añadió que el horizonte de la compañía es más positivo tras el cambio de alcalde, pese a que el gobierno sigue siendo del mismo color. «Se ha abierto una vía de diálogo que antes no existía», aseguró.
Actualmente, el 39% de la energía se genera con la revalorización de residuos -como plásticos-, con lo que se evitó la emisión de 24.000 toneladas de CO2 en 2019. Con la tecnología propuesta se podrán usar otros materiales como la madera, cáscaras de arroz y productos que a día de hoy van al vertedero. El objetivo es llegar al 80%, lo que les permitiría ser más competitivos.
En cuanto a los indicadores económicos, el coste energético soportado por la industria -que incluye el pago de los derechos de CO2- pasó factura a la planta, cuyas exportaciones han caído un 40%, hasta las 60.000 toneladas. Las ventas nacionales repuntaron un 6%, hasta las 800.000 toneladas, mientras que la producción cayó un 5%, agravada también por los costes.
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