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José María Martínez, director general del grupo Mosaiq. LP

Mosaiq, el nuevo rumbo de la antigua Lubasa

La compañía recupera presencia en obra pública y construcción, pero se ha hecho fuerte en cerámica, materiales o gestión de residuos

Á. Mohorte

Domingo, 3 de junio 2018, 00:58

La familia Batalla buscaba hace un año un socio y una solución. El grupo empresarial, llamado Obinesa y antes Lubasa, encontraba el pasado mes de julio lo primero con la compra del 55% de la compañía por parte de Atitlan, la sociedad inversora de Aritza Rodero y Roberto Centeno, yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig. Lo segundo también parece haberlo logrado a 31 de diciembre de 2017.

El ahora rebautizado como Mosaiq Grupo Empresarial, cerró el año con una cifra de negocios consolidada de 346 millones de euros frente a 299 millones de euros del ejercicio anterior, representando un crecimiento del 15,70% con una evolución al alza en todas las divisiones.

En todo caso, también se ha llevado a cabo la desinversión de los negocios de aparcamientos y de automoción. Dos negocios no considerados fundamentales en el actual proyecto de empresa y, cuya desinversión, ha permitido acelerar el proceso de renovación empresarial y centrar los esfuerzos de la organización en los focos considerados estratégicos, según la compañía. Como consecuencia, el Ebitda consolidado del grupo ha ascendido a 21 millones de euros y presenta un fondo de maniobra positivo de 36 millones de euros.

La entrada de Atitlan incluyó la negociación de una quita de 360 millones de deuda

El saneamiento financiero ha sido fundamental para las cuentas actuales y ha incluido hasta los tribunales, ya que el juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón obligó al banco de Sabadell y a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) a plegarse a las condiciones pactadas por los principales acreedores del grupo empresarial en la resolución de la deuda gestionada con la compra.

Y es que la medida llevaba añadida una quita de más de 360 millones de euros en la que sí estaban de acuerdo el resto de acreedores bancarios: BBVA, Santander, Abanca Corporación Bancaria, Santander Consumer, Banco Popular, Bankinter, Bankia, Cajamar Caja Rural, Caixabank, Unicaja Banco y Banco de Caja España de Inversiones Salamanca y Soria.

En cuanto a la situación de las divisiones que conserva, en construcción, el grupo cuenta con empresas como Becsa, Durantia (heredera formal de la actividad de obra pública de Lubasa) o Covop, donde desarrolla multitud de proyectos entre los que se encuentran carreteras, aeropuertos, urbanizaciones, proyectos medioambientales e infraestructuras marítimas e hidráulicas, al igual que su mantenimiento y las labores de conservación.

En todo caso, desde la empresa se apunta que, como consecuencia de la lenta recuperación de la inversión pública en los últimos años, se ha producido una clara orientación hacia el cliente privado, que ya representa más del 50% de la facturación total, siendo el motivo por el que se constituyó la empresa Área Desarrollo, que genera oportunidades de negocio y acompaña a inversores nacionales e internacionales en sus planes de expansión. También dispone de su empresa de ingeniería, Indertec, que surgió dando servicio al grupo, pero que hoy vende principalmente a empresas ajenas.

La empresa, que ahora se llama Mosaiq, se ha sometido a un fuerte saneamiento y ha vendido su división de aparcamientos

El área de materiales continúa a través de la empresa Origen Materiales, integración vertical de todas sus actividades, consolidando su posición en el sector de los áridos, cemento, hormigón, morteros y colas de altas prestaciones técnicas. En cerámica, Saloni ha llevado a cabo la inversión en una nueva línea de revestimiento de formato grande que ha permitido aumentar la capacidad productiva de la empresa en un 20%. Saloni, con ventas en más de cien países, ha crecido por encima de la media del sector en sus mercados estratégicos.

Dentro del negocio de Medio Ambiente, el grupo cuenta con empresas como Tetma o Reciclados Palancia Belcaire (RPB), gestionando esta última los residuos del sur de la provincia de Castellón y norte de Valencia. En la gestión de servicios municipales por parte de Tetma, implantó un sistema informatizado para los Ecoparques, entre otras medidas.

Por último, el negocio de la seguridad, donde el grupo está presente a través de Casva, ha experimentado una mejora del posicionamiento en el negocio privado y corporativo, consolidando su liderazgo en la provincia.

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