La planta de Danone en Aldaia asumirá la producción de Cataluña tras el cierre

Tal y como se ha comunicado a los sindicatos en las negociaciones que mantiene la empresa, la pretensión es que los productos fabricados en Cataluña sigan estando en los lineales y, para ello, es necesario que se elaboren en otro lugar. En concreto, en las instalaciones catalanas se fabrican yogures como el griego (Oikos), postres similares de alternativa vegetal (Alpro) y otros bajos en calorías (Vitalínea).

Fuentes conocedoras del proceso admiten que el 90% de la producción se mantendrá en España y el 10% restante irá a parar a Bélgica. Pero la clave en este movimiento es que todos los productos nacionales terminarán en Aldaia y ninguno en la otra instalación disponible, la de Madrid. Porque la planta no es sólo el gran exponente de la compañía en el país y el continente sino que, además, tiene una gran versatilidad.

En la actualidad cuenta con 11 líneas donde se producen nada menos que 282 referencias de enseñas tan clásicas como el Actimel. El mismo concentra algo menos de la mitad de la carga de trabajo de los 214 empleados, que también elaboran otros productos como Danacol, Yopro el arroz con leche, la cuajada o los clásicos yogures de cristal. Por ello, era la gran favorita para albergar más postres y derivados lácteos.

Llama la atención que el traslado de la producción de Cataluña a la Comunitat Valenciana por parte de Danone coincida con un mismo proceso inverso. Porque Bimbo, que también anunció hace pocos días el cierre de la fábrica de El Verger, traspasará las líneas existentes a Cataluña.

Otra de las consecuencias del cierre de las instalaciones de Parets del Vallés es el movimiento de personal. Una de las opciones que se ha puesto encima de la mesa para no despedir a la totalidad de la plantilla es el traslado de empleados que estén disponibles. Aún no se ha concretado el número exacto pero se da por descontado que la plantilla de la planta de Aldaia aumentará. También es muy probable que haya contrataciones extra.

La misma ya lo hizo cuando se decretó el cierre de otra planta de Danone en Asturias hace dos años y, de hecho, hay varios empleados asturianos que trabajan en el municipio de l'Horta. Con este cierre y el de Cataluña las factorías de Danone se reducen a la mitad con sólo Madrid y Aldaia como exponentes. Por otro lado, se mantendrán las oficinas en Barcelona así como las plantas embotelladoras de agua, otro negocio al que entró la multinacional.