Instalaciones de Power Electronics. LP

Power Electronics advierte de que la fábrica de Llíria perderá el 60% de su producción con los aranceles de Trump

Lalo Salvo asegura que tiene preparados los 170.000 metros cuadrados para poner en marcha este año la factoría prevista para 2026

Miércoles, 29 de enero 2025, 12:38

Power Electronics, la quinta empresa que más factura de la Comunitat Valenciana y la segunda con mayores beneficios, advierte del impacto inmediato que tendrán ... los aranceles de Donald Trump en caso de que se ejecuten en su fábrica del municipio valenciano de Llíria. «Me gustaría seguir fabricando la mayor parte del producto en Llíria. Soy valenciano y todos los puestos de trabajo que pueda generar aquí me llenan más. Pero si hay aranceles, aceleraremos la fábrica en Houston para que funcione cuanto antes y se quede con el 60% de la producción que ahora se hace en Llíria», ha explicado Salvo durante su intervención en el Congreso sobre Energías Renovables, organizado por Avaesen.

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«Tenemos 170.000 metros cuadrados listos. Estamos preparados para ello. Si hay aranceles nos iremos a fabricar a Estados Unidos lo más rápido posible», señala Salvo, quien advierte de que esa pérdida de producción para esquivar los aranceles impactará en el empleo, aunque no sabe todavía el grado de afectación.

«La idea es encontrar nuevos mercados que sustituyan ese 60% de producción que iba a Estados Unidos, pero si el Gobierno no ayuda esos empleos peligran. No creo que Trump ponga aranceles a Meloni pero aquí...», ha explicado a los periodistas tras su intervención.

«Para las 3.000 personas que trabajan en Power mejor que no pongan aranceles. Estamos preparados para seguir siendo líderes en EE UU y seguir prestando servicio. Ya estuvimos con Trump y nos benefició más que perjudicó. Allí nos sentimos mucho más protegidos que aquí. Aquí hay cero protección. En Europa el 80% de los inversores son chinos y en EEUU el 90% no son chinos«, ha manifestado Salvo, quien ha recordado que la fábrica en Houston estaba prevista para 2026, un plazo que daba tiempo a la compañía a buscar mercados alternativos para compensar la producción que se llevaba a EE UU.

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«Como empresa responsable tenemos que tener claro que tenemos que apostar por un país que nos da ingresos considerables. Tendremos que ser más competitivos y nos tendrán que ayudar desde Europa respecto a nuestro competidores, que tienen ventajas fiscales que nosotros no. Si nos ayudan los empleos de Llíria no peligran, pero si no nos ayudan...», ha dicho en el estrado. Posteriormente, ha matizado estas palabras para referirse a que esa «ayuda» hace referencia a que el Gobierno «deje trabajar» y no ponga trabas a la actividad y que negocien con EE UU para que no impongan los aranceles anunciados.

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