La promotora valenciana de Salvador Vila entra en concurso tras la condena de Banco de Valencia

La empresa del histórico promotor valenciano Salvador Vila, uno de los pocos dirigentes locales del sector que sobrevivieron a la crisis económica, está en la cuerda floja. Después de años en los que la firma ha contado con una actividad limitada la sociedad se ha visto obligada a declarar el concurso de acreedores.

Así se desprende de una notificación del pasado febrero en el Registro Mercantil y que implica que Salvador Vila S. L. no puede hacer frente a las deudas a corto plazo. Una situación a la que ha contribuido de forma clara la reciente sentencia sobre el desfalco del Banco de Valencia.

La misma imponía una multa al empresario de 119 millones de euros por haber contribuido, entre otros, a negocios altamente especulativos, de manera que se contrajeron obligaciones fraudulentas para la entidad que terminó absorbiendo Caixabank y de la que aún quedan pendientes varias causas.

Tal y como reflejan las cuentas de la mercantil, las últimas ventas de las que se tienen constancia, que son de 2020, se elevaron a algo más de nueve millones de euros frente a los 55 del año anterior. Salvo en ese ejercicio, la actividad ha sido bastante limitada en comparación con la época más pujante.

Las deudas registradas entonces eran de algo más de ocho millones de euros, aunque el montante total que acumulaba era superior a los 100 millones. Por ello, en el sector consideraban que era cuestión de tiempo de que se abriese el concurso de acreedores.

La apertura del concurso de acreedores vaticina el fin de la empresa ya que, aunque se podrían reconducir las cuentas, los números serán difíciles de cuadrar en la actual situación y más cuando Salvador Vila aún figura en la lista valenciana de morosos de Hacienda. La última notificación revelaba que debía algo más de un millón de euros a las arcas públicas.

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