Las entidades financieras evitan el estigma de Madrid

El eje Madrid-Barcelona se ha roto en esta salida de empresas de Cataluña hacia otras comunidades autonómas. Aunque una buena parte de las firmas que han anunciado su traslado lo han hecho a la capital de España, en el caso de la banca, las dos entidades han evitado ubicarse en Madrid para no ser estigmatizada doblemente en Cataluña, como le ha ocurrido en los últimos días en alguna manera desde el resto de España por tener origen catalán.

El negocio bancario es mucho más sensible a las protestas o quejas de sus clientes que cualquier otro sector empresarial. La temida salida de depósitos es el principal riesgo al que se exponen las entidades y la baza más importante con la que cuentan los usuarios para disponer de su dinero con una mera operación a través de Internet.

Más allá de las explicaciones oficiales que han ofrecido CaixaBank y Sabadell para justificar su traslado, a la vez han evitado cualquier tipo de suspicacia de cara al futuro. Se van fuera de Cataluña por el conflicto que se ha enquistado en torno al independentismo, sí. Pero no lo hacen a lo que muchos sectores secesionistas consideran su 'enemigo', la ciudad de Madrid, identificada con la actuación del Gobierno de Mariano Rajoy en este conflicto.

Al haberse dirigido a Alicante, en el caso del Sabadell, y Valencia, en el de Caixabank, ambas entidades mantienen sus respectivas sedes sociales en una comunidad autónoma más cercana geográficamente y con la que mantienen más relaciones e intereses comunes que si se hubieran trasladado a la capital.

No ha ocurrido lo mismo con la mayor parte de las sociedades que han salido de Cataluña, cuyo destino sí se ha situado en Madrid, como centro financiero y empresarial de España.

Pero en estos otros casos, con un negocio que no depende directamente del dinero facilitado por los clientes, los enfrentamientos territoriales provocan menos conflicto.