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La entrega de camiones nuevos se demora hasta un año por la crisis de los microchips

La escasez de semiconductores ya afecta a la producción de vehículos industriales, lo que genera problemas a los transportistas para renovar la flota

Isabel Domingo

Valencia

Lunes, 20 de septiembre 2021, 00:45

Uno de los sectores más afectados por la crisis de semiconductores (el materia usado en la fabricación de componentes electrónicos) es el de ... la automoción, que está teniendo grandes dificultades para garantizar el suministro de productos y que ha obligado a compañías multinacionales, como Ford Almussafes, a parar la producción de forma intermitente –vía la aplicación de ERTE a la plantilla– para ajustarse a la baja disponibilidad de estos microchips. Según el proveedor AutoForecast Solutions, ya se han dejado de fabricar 8.215.000 vehículos en todo el mundo.

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Este problema no sólo afecta a las empresas dedicadas a la fabricación de coches para el gran público, sino que los productores de vehículos industriales se encuentran en una situación similar, lo que está generando retrasos de hasta un año en la entrega de nuevo material, sobre todo de las cabezas tractoras de los camiones más en que las peticiones de los remolques.

Así lo confirma el presidente de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET), Carlos Prades, que reconoce que el sector se encuentra con que el plazo de entrega de las empresas que quieren renovar su flota suma varios meses, con ejemplos de pedidos realizados en febrero y marzo de este año que no llegarán hasta el primer trimestre de 2022. Un aspecto del que también advirtió recientemente la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer).

Esta situación se produce, además, en un momento en que el sector de los transportistas afronta, por un lado, la escalada de precios del petróleo (el combustible representa el 30% de los costes directos que asume el sector) y, por otro, los costes de la transición ecológica y los futuros peajes en las carreteras que planea establecer el Gobierno.

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La patronal nacional también alertó de otra consecuencia asociada a la crisis de los microchips y la demora en la entrega. Se trata de la reactivación del mercado de segunda mano de vehículos industriales en España, «encareciéndose el valor de los camiones usados en algunos casos hasta en un 20%, e incluso con la falta de vehículos disponibles en algunos segmentos, lo que está obligando a los transportistas españoles a adquirir los camiones en otros países de la Unión Europea», indicó Fenadismer antes del verano. Algunas fuentes del sector ya apuntan a que el mercado de segunda mano, que podría quedarse sin stock antes de final de año.

Precisamente el portal especializado Sumauto señalaba esta semana que la crisis de los microchips disparará la importación de vehículos usados un 12% en 2021, y alcanzarán las 79.000 unidades, lo que supondría un incremento del 10% respecto al ejercicio pasado.

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Menos matriculaciones

La escasez de semiconductores se nota también en las matriculaciones de vehículos. Agosto, por ejemplo, se convirtió en el segundo mes consecutivo, después de iniciada la pandemia, que registró menos matriculaciones comparado con el mismo periodo de 2020, según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).

Las de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses cayeron un 12,5% respecto a agosto de 2020, con 1.068 unidades. En el acumulado del año, no obstante, las ventas crecen un 17,5% respecto de 2020.

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Ford Almussafes, pendiente de los suministros

La factoría de Ford en Almussafes está pendiente de la evolución de la crisis de los semiconductores para mantener el ritmo de producción y evitar la aplicación de un nuevo ERTE, algo que teme la plantilla ya que el vigente expira el próximo día 30. De hecho, esta misma semana la empresa se veía obligada a reajustar las jornadas del actual, por lo que los días de paros previstos entre el lunes 20 y el viernes 24 se han trasladado del 27 al 30. La situación es similar en otras compañías, por ejemplo, la planta del grupo Stellantis en Vigo suspendía su actividad para este fin de semana por problemas de aprovisionamiento y Seat ha planteado un ERTE hasta junio en los centros de Martorell, El Prat de Llobregat y Barcelona.

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