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Algo más de 400 trabajadores de Caixabank se han concentrado esta mañana en el Palacio de Congresos de Valencia para protestar contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado por la compañía y que llevará al despido de casi 8.000 empleados en toda España, 942 en la Comunitat Valenciana tras la fusión con Bankia.
La plantilla ha querido aprovechar la junta general de accionistas que se ha celebrado en ese emplazamiento para trasladar sus demandas a la nueva dirección del que ya es el primer banco de España. Los sindicatos consideran poco menos que una tomadura de pelo que se vayan a aprobar subidas salariales para la cúpula mientras se lleva a cabo el mayor recorte de empleos del sector.
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El presidente de CaixaBank y hasta hace pocas semanas máximo responsable de la heredera de Bancaja, José Ignacio Goirigolzarri, ha declarado estar «convencido» de que van a alcanzar acuerdos con los sindicatos pero los representantes de los trabajadores niegan que se hayan producido avances en este sentido. De hecho, CCOO y UGT consideran que no podrán firmar el acuerdo si no se evitan salidas traumáticas.
«Soy consciente que son momentos delicados y que esta situación genera incertidumbre para las personas de nuestro equipo, por lo que debemos acotar el tiempo«, ha añadido Goirigolzarri, que ha puesto en valor la fortaleza del equipo de CaixaBank en estos difíciles momentos.
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