Las exportaciones se mantienen al alza en la Comunitat Valenciana pese a la debacle del automóvil

Los datos del Ministerio de Industria y Comercio confirman que las ventas internacionales han aumentado un 10,6% en los primeros seis meses del año respecto al mismo período del ejercicio anterior y han alcanzado los 16.180 millones de euros. El buen comportamiento de las mismas se debe en gran medida a la robustez del sector agoralimentario. Las empresas del mismo han aumentado su facturación más de diez puntos y acaparan casi una de cada cuatro ventas al exterior. Respecto a 2019 han ganado peso frente al resto.

Tras estas firmas se sitúan las centradas en las semifacturas no químicas (cerámica en especial), con unas ventas de 2.718 millones que, además, repuntan un 33,7% respecto a 2020 consolidando su recuperación, y el sector químico. Parte del mismo se ha reconvertido con la pandemia para centrarse más en labores de higienización y eso se refleja también en su crecimiento y en que alcance ya una cuota del 14,1%.

Las buenas sensaciones de los tres principales sectores contrastan con la automoción, que hace semanas que salió de este podio y sigue evidenciando malos datos. El que es uno de los pulmones industriales de la Comunitat Valenciana y que está liderado por Ford Almussafes registra unas ventas nada desdeñables de 2.232 millones en el primer semestre del año. Pero este apunte es un 14% inferior al del mismo período de 2020 y eso que en esas semanas se apostó un parón total de las empresas especializadas.

Pero aún más sangrantes es la cifra particular de junio. En un mes en el que las exportaciones crecen en total un 10,2% las de este sector se hunden un 52,5%. Un dato especialmente malo en el que ha influido de manera determinante los diferentes ERTE y ERE realizados por la caída de las ventas y la falta de microchips así como en toda la industria auxiliar que sustenta 30.000 empleos.

Como consecuencia de esta mala anotación, el crecimiento registrado en la Comunitat en el primer semestre (10,6%) es inferior al de España (23%), que alcanza la cifra de 153.000 millones de euros. Ambos se consideran datos positivos pero en el caso nacional son excelentes aunque llegan tras unos meses en los que su comportamiento había sido peor que el de la autonomía valenciana. Las comunidades con mayores crecimientos en sus exportaciones fueron Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha.

Tanto España como en la Comunitat, a los que más se vendieron productos españoles fue a la Unión Europea (61,8% del total nacional), con un aumento del 26% en los seis primeros meses del año. En ambos casos crecen respecto a los años anteriores gracias al buen resultado de mercados como Alemania o Francia.

La recuperación de las exportaciones ha ido de la mano del auge de las importaciones, que también mantienen la senda de crecimiento en la Comunitat Valenciana. Eso sí, a diferencia de España, en la autonomía continúan teniendo un valor inferior que las ventas internacionales, lo que implica contar con datos positivos en la balanza comercial.

Las importaciones valencianas han ascendido a un total de 13.871 millones de euros en el primer semestre de 2021 frente a los 16.180 millones de las exportaciones. Estos números arrojan un saldo positivo de nada menos que 2.309 millones. Por su parte, en España las importaciones suman 158.358 millones de euros y, por ello, el déficit comercial alcanza los 5.400 millones. Eso sí, esta cifra es un 28,7% inferior al del mismo periodo del año pasado, lo que se considera positivo. En los últimos ejercicios se ha hecho un esfuerzo para tratar de invertir la balanza y con la pandemia se ha acelerado el proceso pese a que la situación autonómica sea desigual.

Los productos que demanda la Comunitat Valenciana al exterior presentan una amplia variedad pero los relativos a los bienes de equipo (desde maquinaria a material de transporte) son los principales ya que acaparan el 18,8% de las compras. Los químicos así como los agroalimentarios son los otros sectores que completan las primeras posiciones de la tabla. La mitad de los mismos se compran en la Unión Europea y el resto en otros países entre los que destaca China.