Fallece Domingo Fernández de Veiguela, presidente nacional de honor de CSIF

CSIF Comunidad Valenciana quiere mostrar su más profundo pesar por el fallecimiento de Domingo Fernández de Veiguela, actual presidente de honor de CSIF a nivel nacional y máximo responsable del sindicato desde 1995 hasta 2011, cuando dejó su cargo tras 16 años al frente en manos del presidente electo, Miguel Borra, en el marco del VII Congreso General Nacional.

Domingo Fernández siempre se involucró con la máxima energía y dedicación a ayudar al crecimiento del sindicato en toda España, y en particular en la Comunidad Valenciana.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) destaca que Fernández de Veiguela participó en el nacimiento de los Premios de Investigación y Estudios en Prevención de Riesgos Laborales, que cumplen este mes su XIX edición.

Durante sus diferentes mandatos presidió la entrega de estos prestigiosos galardones en Valencia. También hizo lo propio con los Premios Periodísticos Comunidad Valenciana en las dos primeras ediciones, que coincidieron con el final de su mandato.

Fernández de Veiguela siempre mostró su cariño por la Comunidad Valenciana. De hecho, su impulso resultó decisivo para que, en 2010, Valencia acogiera un seminario de la Confederación Europea de Sindicatos Independientes (CESI), que reunió a 130 delegados de 15 países diferentes en unas importantes jornadas de debate para analizar los retos de los empleados públicos y las premisas que marcarán su labor en el futuro.

CSIF en la Comunidad Valenciana recuerda al fallecido presidente de honor como una persona cercana, fundamental para el impulso que ha experimentado el sindicato en toda España y, en particular, en el ámbito valenciano. Su fallecimiento ha causado una profunda conmoción.

Químico de formación, fue catedrático en el Instituto Luca de Tena de Sevilla. Su amigo y compañero Rafael Hurtado de Mendoza y Alba, expresidente de CSIF Andalucía y cronista oficial de CSIFE, recuerda su relación con estas palabras: «Las circunstancias nos trajeron a Sevilla y, con otros compañeros, llegamos al Instituto de Bachillerato Juan Ignacio Luca de Tena. Eran años difíciles tanto en la calle como en los centros, pero conseguimos superarlos y hacer del nuestro el mejor instituto de Sevilla capital. Allí compartimos alumnos, clases, compañeros, noches sin dormir haciendo los horarios, paquetes de Bisontes… En definitiva, experiencias de todo tipo y, además, algo muy importante para los dos: se terminó de afianzar nuestra amistad que ha durado hasta hoy».