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«¿Y si las plantas pudieran producir gran parte de los bienes que la humanidad necesita?». Esta pregunta que lanza la startup valenciana Madeinplant es ... la roca angular sobre la que ha desarrollado su negocio y la que le ha llevado a ser una de las elegidas para el programa StartBEC, impulsado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y el centro tecnológico AINIA. En otras palabras, esta compañía valenciana es capaz de modificar genéticamente las plantas para que adquieran propiedades y capacidades que de manera natural no tienen.
«Por ejemplo, se pueden añadir anticuerpos y proteínas», explica Federico Grau, CEO de la compañía, que este año ha lanzado seis productos al mercado que han requerido de dos años de desarrollo. «Estamos viendo cómo mejorar la formulación», agrega el responsable de la startup, que utiliza las plantas a modo de biofactorías para producir biomoléculas de alto valor añadido.
El proyecto en el que se encuentra actualmente Madeinplant está enfocado en el sector cosmético, pero también tiene aplicaciones en la actividad farmacéutica y en la agroalimentaria. «Por ejemplo los anticuerpos tendrán aplicación en industria e investigación, en I+D», explica Grau, que destaca la utilización de reactivos como antígenos para su uso en pruebas de detección y diagnóstico en los ámbitos de la investigación y clínico
La compañía apenas tiene tres años de andadura, porque aunque se fundó en 2021 no fue hasta 2022 cuando comenzó a operar en el mercado. Ahora, entre sus objetivos, destaca el de afianzar las las referencias lanzadas en 2025. «En 2024 hicimos una inversión muy grande en planta pilotos e invernaderos. Queremos dar impulso a nuestra línea de anticuerpos, que se espera que salga a mercado a mitad de 2026», cuenta.
Gracias a una ronda de financiación obtenida en 2022, Madeinplant ha conseguido llevar adelante sus investigaciones . «Cerramos ronda en marzo de 2022 y con eso funcionamos», indica Grau, que destaca que el capital es 100% privado. «Nunca me voy a quejar de la inversión pública, pero creo que la inversión tiene que ser privada. Estamos en un sector donde la regulación va de la mano junto la fundación de las empresas y las nuevas tecnologías que van saliendo. Eso crea incertidumbre en según qué lado caiga la legislación», reflexiona.
Ahora, con el programa StartBEC, Madeinplant puede pegar un acelerón a sus desarrollos, puesto que tendrán acceso a un plan de mentorización que incluye ensayos y pruebas piloto, visitas formativas, vigilancia tecnológica y asesoría en la búsqueda de financiación. El objetivo es facilitar la validación de sus desarrollos en un entorno real y acelerar su llegada al mercado.
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