Ford Almussafes cierra en esta segunda mitad de año una etapa que se ha alargado más de lo previsto e inaugura una nueva. Con el fin de junio dice adiós a la infinidad de ERTE que ha contado desde 2020 y también concluye el ... plazo para el grueso de las salidas programas con el ERE, que comenzará ahora a acelerarse.
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Los ERTE de Ford nacieron con la pandemia, que congeló la economía y detuvo las ventas de coches en un momento en el que la movilidad estaba reducida al máximo. Pero esto fue sólo el principio, el coronavirus provocó una crisis de suministros en diferido conforme se fue recuperando la economía, lo que llevó a implicó que infinidad de piezas que llegaban de Asia como los microchips llegasen a cuentagotas. Y sin ellos no se podían ensamblar coches, por lo que había que bajar la producción y aprobar más ERTE.
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Javier Varela
Lejos de lo que pudiera parecer, esta situación, que ha afectado a toda la industria de automoción europea, se ha alargado hasta 2023 y ha llevado a crear verdaderas listas de espera para comprar vehículos que comienzan a reducirse. Ahora por fin parece que la situación se ha normalizado y que ya no habrá que parar turnos como consecuencia del ERTE, que termina oficialmente con el mes.
Con el fin junio también ha terminado la primera tanda para apuntarse al ERE que pretende reducir la plantilla de algo menos de 6.000 personas en casi un 20%. Se estima que el grueso de los voluntarios ya se han presentado ya que, quien de el paso en la primera mitad de 2023, obtiene una indemnización extra de 40.000 euros que se suma a la ordinaria. Aún se pueden apuntar más y salir por la vía de la prejubilación a partir de los 53 pero se estima que la mayor parte de los que pensaba hacerlo ya ha dado el paso.
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Por ello, en esta segunda mitad del año comienza la etapa de materializar las salidas. Los esfuerzos se centrarán en gestionar las diferentes bajas con el objetivo de que antes de agosto se puedan haber producido la mitad. Las mismas se producen después de que en pocos meses se hayan dejado de producir tres de los cinco modelos de la fábrica valenciana. Además, la furgoneta Transit Connect se encuentra al final de su ciclo de vida, lo que deja a la planta dependiente del Kuga, que goza de buena salud pero no puede acaparar tanta carga de trabajo. En la planta el objetivo actual es que se confirmen las ansiadas inversiones para producir coches eléctricos.
En este contexto de producción menor, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha aprobado, a solicitud de Ford, una modificación del límite inferior de la tasa de actividad y del volumen de tráfico mínimo anual para 2022 al que está comprometida la multinacional en su concesión, con el objetivo de evitar las penalizaciones asociadas a no alcanzar estos niveles.
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