Á. M./R. E.
VALENCIA.
Lunes, 23 de julio 2018, 23:55
El sector de la automoción se prepara para encajar los efectos de la guerra comercial desatada desde EE UU contra Europa. La reunión del presidente del Consell, Ximo Puig, y los consellers de Hacienda y Economía, Vicent Soler y Rafael Climent sirvió a los directivos de Ford para trasladar su confianza en el efecto del nuevo Kuga en 2019, aunque se empeoren los datos de la factoría en al término de este ejercicio. Y es que la automoción es uno de los blancos de la política arancelaria del presidente de EE UU, Donald Trump.
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De hecho, ayer la nueva ministra de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno español, Reyes Maroto, debutó este lunes en el universo de Bruselas manteniendo un encuentro con Cecilia Malmstrom a escasas horas de que tome un avión rumbo a la Casa Blanca, donde acompañará a su jefe, Jean-Claude Juncker, en la decisiva reunión que mantendrá con Donald Trump para intentar evitar una guerra comercial temida por casi todos.
«La interlocución con Trump está en un punto de no retorno. Hay pocas razones para ser optimista», admitió Maroto en declaraciones a los medios a su salida de la sede de la Comisión, donde también se reunió con la comisaria de Industria, Elzbieta Bienkowska.
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