Ford advierte a Almussafes de que sin recortes salariales está en juego la viabilidad de la planta

El futuro de la factoría de Ford en Almussafes sigue sin despejarse y los movimientos que se están registrando esta semana, lejos de aclararlo, lo complican aún más. Si el lunes se concretaban los detalles del nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de 15 días laborales de parada completa en el primer trimestre (una semana por mes), este martes la dirección de la empresa ha decidido dar un paso más en su presión para que se produzcan nuevos recortes salariales que permitan hacer más competitiva a la fábrica valenciana de cara a la adjudicación de los modelos eléctricos que aún debe decidir la multinacional estadounidense.

Una carrera para la que, según trasladó la dirección de Almussafes a los sindicatos en una reunión -la novena- de la comisión negociadora que analiza la situación de Ford de cara a la electrificación, es necesario plantear reducciones salariales, así como aumentos de jornada laboral y reducción de los días de vacaciones de la plantilla, que encadena varios ERTE y ERE desde 2017.

Así lo explicaron fuentes sindicales y también lo comunicó la empresa a los trabajadores mediante una circular interna en la que se insta a la «responsabilidad» de los mismos porque está en juego la supervivencia de la factoría, que aún no tiene asignado ningún modelo eléctrico para los próximos años pese a que el objetivo de Ford es que para 2030 todas sus ventas europeas sean de coches eléctricos.

Quedan dos modelos de este tipo por asignar y es ahí donde aparece la necesidad de Almussafes de venderse como la más competitiva en todos los aspectos frente a la alemana Saarlouis, que fuentes del sector sitúan como la competidora. De ahí también la urgencia de la planta valenciana por alcanzar un acuerdo con los sindicatos, ya que previsiblemente la decisión se tomará en el primer semestre del año.

«Pasarle la pelota a los trabajadores que tanto sacrifico realizan día a día y tantas alegrías le han dado a la empresa en forma de pingües beneficios, pidiéndoles responsabilidad y hacerle caer en sus hombros el futuro de Ford Almusafes no nos parece la mejor forma de empatizar con ellos», ha lamentado en un comunicado el sindicato STM-Intersindical Valenciana, que considera «inasumibles e injustificables» las pretensiones de la empresa.

E hizo hincapié en que la plantilla «tanto ha dado y tantos recortes lleva heredando convenio tras convenio gracias a la ayuda de ese sindicato que tanto presume de paz social», en referencia a UGT (sindicato mayoritario), con quien la dirección de Almussafes ha firmado los ERTE. De hecho, tanto STM como CC OO y CGT han mostrado su oposición a las propuestas de reajustes.

Además, en la comisión negociadora, que volverá a reunirse de nuevo el viernes, también se puso de nuevo sobre la mesa que no se aplique la subida del IPC de 2021, tal y como contempla el actual convenio, un punto que han rechazado todos los sindicatos.

Por su parte, según recoge 'Europa Press', UGT ha avanzado que rechazará las propuestas de reducciones salariales y relativas al IPC y ha iniciado un periodo de consulta para validar esta decisión, a la vez que muestra su «disposición a negociar cuestiones de flexibilidad que puedan valer para resolver este problema, optando así, en las mejores condiciones posibles, a la electrificación de Almussafes».

Reconoce que «la situación es más que delicada, ya que los modelos no garantizarán carga de trabajo suficiente para las dos fábricas que optan a producir los vehículos». «Tenemos que mostrar decisión y acierto a la hora de acordar», al tiempo que apunta a una situación «insólita» hasta la fecha. «Hablamos de la supervivencia de una fábrica, con todo lo que ello conlleva», resalta.

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