Ford Almussafes anuncia 630 despidos y la eliminación del turno de noche en la factoría

La dirección de Ford Almussafes ha anunciado que despedirá a 630 trabajadores en el marco de un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que también implicará la eliminación del turno de noche. La decisión, que evidencia la mala salud de la industria valenciana y constata que la recuperación se hará de esperar en muchos sectores, es consecuencia de la reducción del volumen de producción de vehículos ante la caída de la demanda por la pandemia.

La firma del óvalo ha trasladado esta decisión a los sindicatos en una reunión en la que ha justificado la medida por el mal comportamiento de modelos como Mondeo o Galaxy aunque ha remarcado que la situación del Kuga, el principal exponente de la factoría, es mejor. La fabricación diaria se reducirá 280 unidades y se situará en 1.340 vehículos. "Como consecuencia, el volumen de producción en la planta se va a ajustar a principios de abril para adaptarse a las nuevas necesidades", han destacado desde la cúpula de la entidad.

La decisión supone un doble jarro de agua fría y evidencia que la planta va camino de crear una estructura mucho más reducida que la de la antigua Ford Almussafes. Por un lado, la supresión del tradicional turno de noche es el mejor ejemplo de que la fabricación ya no es lo que era y, por otro, se espera que con estas salidas la plantilla se quede por debajo del umbral de los 7.000 empleados, concretamente unos 6.500. Hace apenas cinco años se rozaba los 10.000.

Los sindicatos, que en los últimos meses ya apuntaban que no había que descartar nuevos ajustes, recibieron la noticia con sorpresa ya que no se imaginaban un número tan grande de despidos. Carlos Faubel, presidente del comité de empresa liderado por UGT, ha sido claro en asegurar que Ford Almussafes se encuentra ante "la situación más difícil de su historia" y ha afirmado que la dirección hace una "oferta trampa" ya que no hay una bolsa suficiente de empleados que podría prejubilarse y todo apunta a despidos traumáticos. Bajo esta premisa, el presidente del comité de empresa ha pedido un receso de 15 días antes de comenzar una de las negociaciones más difíciles que se recuerda y que puede terminar con la relativa paz que vivía la planta ya que no se descartan movilizaciones si no se puede obtener algún tipo de resultados.

"Estamos inmersos en acontecimientos de una trascendencia insospechada y que serán cruciales en el devenir de la fábrica", ha sentenciado Faubel. Otros sindicatos como CGT y la misma UGT han reclamado nuevas inversiones para paliar esta caída y han situado a los coches eléctricos e híbridos como única esperanza a largo plazo.

En la actualidad está en vigor un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y desde el inicio de la pandemia se han encadenado ajustes debido a la caída de la demanda de los principales mercados. Algo que no se ha solucionado aún y que llevó a que en 2020 se fabricasen un tercio menos de coches. Además, el año pasado también se tuvieron que lamentar más de 300 despidos en la factoría. De esta forma, el final del ERTE se encadenará con un ERE.

La noticia no solo ha sido recibida con pesimismo por parte de la plantilla de Ford Almussafes sino de todo el sector de la automoción valenciana en su conjunto, que admite que tendrá una gran repercusión en la producción de toda la industria auxiliar y en puestos de trabajo.

La Asociación Valenciana de la Industria de la Automoción (Avia) ha lamentado en un comunicado que las medidas tendrán "un efecto dominó" e impactarán en diferente grado en una infinidad de firmas proveedoras de todo tipo de materiales y servicios en función de su dependencia de la multinacional. La facturación de las 116 empresas asociadas al clúster de la automoción valenciano es de más de 12.432 millones de euros, lo que supone el 11,8% del PIB de la Comunitat. El conjunto de compañías da empleo a unas 29.800 personas.