![Instalaciones de la planta de Ford en Almussafes.](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202003/17/media/cortadas/FordLP-RqIXGHjdKen3GgezBGYkqcO-624x385@Las%20Provincias.jpg)
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La oleada de suspensiones temporales de empleo para capear la crisis del coronavirus sigue creciendo y, en la Comunitat Valenciana, alcanza ya las 191 solicitudes de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) presentadas por parte de empresas hasta el lunes a mediodía, con un total de 6.649 trabajadores afectados, según los últimos datos difundidos ayer desde la Conselleria de Economía.
De las 137 peticiones telemáticas recibidas el fin de semana por la pandemia, a falta de que la Dirección General de Trabajo determine si están justificadas o no, el 98% corresponde al sector de hostelería y comercio, tras el cierre de bares y restaurantes decretado el viernes. Aunque no se ofreció un desglose actualizado por sectores, cabe suponer que el peso de los negocios relacionados con el turismo es elevado, ya que Alicante aglutina 77 de los 191 ERTE solicitados y 2.246 afectados, frente a los 72 de Valencia (1.119) y 32 de Castellón (628). Otros diez y 2.656 de los 6.649 afectados son de empresas que operan en toda la Comunitat.
Esa cifra, lamentablemente, irá en aumento a medida que se incorporen los distintos ajustes anunciados días después de que el Gobierno decretarse el estado de alarma. El último, por parte de Ford, a raíz de su decisión de paralizar hasta nuevo aviso la fabricación de vehículos y motores en todas sus plantas europeas por la expansión del coronavirus.
Esa medida temporal, de momento la multinacional habla de «un número de semanas» indeterminado, alarga la parada decretada para esta semana en la factoría de Almussafes tras el contagio de tres trabajadores y la hace extensiva, desde este jueves, al resto de sus plantas en el Viejo Continente: las alemanas situadas en Colonia y Saarlouis y la planta rumana de Craiova.
7.400 empleados de Ford Almussafes, toda la plantilla, se verán afectados por la paralización.
2.500 trabajadores más, del parque de proveedores de la factoría, sufrirán ajustes similares.
El parón de la planta de Almussafes conllevará un Expediente de Regulación Temporal de Empleo para los cerca de 7.400 empleados de la instalación, con efectos desde el pasado lunes 16 y sin fecha de regreso, ya que la empresa supedita su duración a la evolución de la pandemia y las decisiones gubernamentales.
Además, se da por sentado que el ajuste comunicado ayer a los sindicatos de Ford será replicado por sus proveedores directos, como sucedió con la parada inicial de una semana y ocurrirá también entre quienes suministran piezas a Seat y otros fabricantes de vehículos que cierran.
La onda expansiva del ERTE de Ford en el polígono Juan Carlos I de Almussafes, que alberga a su potente industria auxiliar, alcanzará a otras 2.500 personas, según avanzó a Efe el presidente del comité de empres de la factoría, Carlos Faubel, quien admitió, tras la reunión urgente convocada por la dirección, que «parar la producción a nivel europeo es bastante grave e inquietante».
La medida llega, además, en plena negociación -aplazada por el coronavirus- de un ERE extintivo para prescindir de 410 trabajadores por la caída de la demanda, que se traduce en fabricar cien vehículos menos al día.
El nuevo ajuste laboral, que UGT intentó evitar con un adelanto de las vacaciones de Semana Santa, se anunció mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, detallaba el plan de choque contra la debacle económica. Para la patronal autonómica, se trata de medidas positivas, «a falta de leer la letra pequeña», y así se lo trasladó al 'president' Ximo Puig en la reunión, por videoconferencia, junto a UGT y CCOO.
Puig destacó la acogida de ese «gran esfuerzo para proteger y apoyar a familias, trabajadores, autónomos y empresas» entre los agentes sociales y les emplazó a reunirse hoy para analizarlas al detalle y estudiar medidas complementarias de la Generalitat.
De momento, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, valora la línea de avales para evitar que la falta de liquidez «se trasforme en cierre de empresas» e insta al Consell a reivindicar que todas las administraciones «renuncien a aumentar la presión fiscal durante, al menos, este ejercicio».
Para la patronal del calzado, Avecal, también convendría retrasar el inicio de las rebajas de verano, en coordinación con otros países europeos, y financiar campañas para reanimar el consumo de productos nacionales, entre otras peticiones propias del sector, como el pago inmediato de las facturas y devoluciones pendientes por parte de la Administración.
Su presidenta, Marián Cano, valora las nuevas medidas les como «un impulso necesario e imprescindible para paliar y minimizar el impacto de la crisis del coronavirus». A la espera de su publicación en el BOE para valorar su alcance efectivo, considera «determinante la agilización de los plazos de los ERTE», ante el cierre temporal de firmas como Pikolinos, y se pregunta qué condiciones pondrán para optar a las ayudas para exportadores.
Según Ascer, tras el festivo local del lunes, las azulejeras mantienen su actividad productiva y el abastecimiento de suministros sigue «con normalidad». La patronal confirma «problemas con algunas cargas debido a la situación tan cambiante», en un momento en que los comerciales no viajan y se siguen los protocolos pertinentes, como constató también Keraben. Entre las medidas de contingencia adoptadas, destaca el teletrabajo, evitar reuniones presenciales y cancelar viajes.
Aunque la obra pública sufre esta semana un parón por las vacaciones que prevé su convenio, la Cámara de Contratistas señala que la patronal nacional, Seopan, ya ha solicitado al Ministerio de Transportes la paralización temporal de las obras con numerosos trabajadores, ante las dificultades para cumplir con medidas como evitar la concentración de gente o mantener un metro de distancias entre las personas.
El presidente de la patronal hotelera Hosbec, Toni Mayor, critica los «palos de ciego» del Gobierno ante el Covid-19 y opina que Europa debería «congelarse: estado de sitio y todos a casa», ante una crisis «más importante que la de 2008» y una situación de «un ERTE masivo». Según recoge Europa Press, él mismo presentó uno en Port Hotels para 600 empleados de once de sus trece establecimientos.
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