Futuro industrial

Y después de la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto, la confirmación de Almussafes. El anuncio por parte del presidente de Ford Europa de que la planta valenciana le ha ganado la partida a la alemana de Saarlouis y ve garantizado su futuro consolida a la Comunitat como un foco de atracción industrial. La carga de trabajo que se va a asignar a la factoría asegura su continuidad al menos hasta 2040, lo que supone un alivio no sólo para sus empleados directos sino para todos los que indirectamente dependen de la fabricación de automóviles. Es más que comprensible la satisfacción con la que las autoridades nacionales y autonómicas, así como los representantes empresariales y sociales, han acogido esta magnífica noticia, que representa un luminoso contraste con un tiempo político y económico caracterizado por la negatividad y el pesimismo. Ford Almussafes se ha ganado a lo largo de su historia un sólido prestigio de productividad y eficacia, que es lo que sin duda ha pesado en la dirección de la multinacional a la hora de tomar una decisión tan difícil, que en Alemania ha sido acogida no sólo con la natural decepción sino con protestas de los trabajadores que ven peligrar su futuro.

En una comunidad como la Valenciana, tan dependiente del sector servicios, es fundamental que la industria se reafirme con proyectos de tanto calado como el de Almussafes. El sector industrial no es sólo empleo –habitualmente de calidad– sino también innovación, lo que impulsa la investigación, es decir, las universidades y los institutos tecnológicos, que a su vez atraen nuevas inversiones, cerrando un círculo virtuoso que finalmente redunda en beneficio del conjunto de la economía. El ideal para los analistas económicos se establece con una combinación de agricultura, industria y servicios que evite que una región se lo juegue todo a una carta. La diversificación es, en este sentido, enriquecedora del tejido productivo y de la oferta laboral. Lo cual desemboca en una mejora del nivel de vida y en hacer de la Comunitat un buen lugar para vivir y prosperar, no sólo para visitar. En unos momentos de tanta incertidumbre económica –fundamentalmente por el alza de los precios y la repercusión de la guerra en Ucrania– y también política, es reconfortante comprobar que la Comunitat tiene por delante un futuro industrial, principalmente localizado en dos grandes focos, Almussafes y Sagunto.