

Secciones
Servicios
Destacamos
Es la primera mujer al frente de la secretaría general de CC OO-PV tras la elección del pasado sábado, con 276 votos a favor ... y 32 en blanco, aunque Ana García Alcolea no acaba de aterrizar en el movimiento sindical. Se afilió en 2003 y desde hace ocho años estaba al frente de la secretaría de Formación y Empleo. «Es momento de empezar a repartir las tareas sindicales», asegura sobre su nombramiento.
-¿Qué retos se marca para esta nueva etapa en el sindicato?
-Apostar por un trabajo decente porque la precariedad y la pobreza laboral siguen instaladas. Afortunadamente gracias al diálogo social hemos logrado que ni el desempleo fuera mayor ni que muchas empresas cerrasen con esta crisis, pero tenemos que conseguir una recuperación de la economía. Otro reto es el de la erradicación de las brechas de género, ya que las mujeres sufren discriminación y desigualdad en el acceso al mundo laboral pero también están las brechas salariales por el tipo de contrato o jornada que se les suele ofrecer... Todo ello repercute en las brechas de pensiones. También creemos que otro reto es apostar por la juventud, que tiene muchas dificultades, agravadas aún más en la pandemia. Tenemos jóvenes altamente cualificados que no encuentran empelo y, si lo encuentran, es precario o no tiene nada que ver con lo que han estudiado. Y también retos como la financiación en el País Valenciano. El modelo tiene que cambiar, debe haber una financiación justa y esto nos tiene que servir para financiar y reforzar unos servicios públicos que son necesarios. No lo vemos como una guerra entre comunidades autónomas; tiene que ser un modelo global que garantice que los recursos están equilibrados y son justos para todas las autonomías.
-Llevamos años hablando de la infrafinancación. ¿Por qué no soluciona?
-En el último acto de la Plataforma per un Finançament Just, primero se fue al Congreso y luego tuvimos una reunión con la ministra, donde planteó la polarización actual... Eso no nos sirve porque, tal y como han ido evolucionando los resultados de las distintas elecciones, esa polarización puede seguir estando. Por lo tanto, no es la excusa para no asumir el compromiso político que los dos partidos de gobierno tienen a nivel estatal. Entonces, ¿qué vamos a hacer? Tendremos una reunión de la plataforma para valorar esa reunión y veremos qué acciones adoptamos: actos de calle, movilizaciones de comunidad o más amplias... Porque, en global, hay que ir de la mano de esas comunidades que también viven esa infrafinanciación. No es sólo el caso valenciano; es un problema de Estado, que afecta a varias comunidades.
-¿Se nos escucha poco a los valencianos?
-Creo que tenemos poca visibilidad en el conjunto del Estado. Valoramos que se realizase esta plataforma y las movilizaciones y actos han tenido visibilidad. Pero, hasta ahora, la financiación se ha mantenido al margen de los problemas de Estado. Se nos tiene que dar más voz.
-Su nombramiento significa romper otro techo de cristal. ¿Se ha encontrado barreras en el sindicato o en trabajo?
-Vamos asumiendo retos importantes y hay que seguir en esa senda. Nos llama la atención que sea una mujer quien se ponga al frente aunque llevamos años trabajando codo con codo con nuestros compañeros. Nosotros tenemos varias mujeres al frente en federaciones y también en algunos territorios. Y he de decir que en CC OO, a nivel estatal, soy la octava mujer elegida. Es momento de empezar a repartir las tareas sindicales.
-¿Las mujeres han sido las grandes perjudicadas por la pandemia debido a los empleos que mayoritariamente ocupan?
-Sí, las más perjudicadas porque hay cuestiones de calado que hay que cambiar, como la corresponsabilidad, ese rol que se nos tiene asignado históricamente que nos lleva a que las mujeres tengan que dedicarse a los cuidados como si hubiésemos nacido con un gen especial, cuando eso es algo que se aprende. También sufrimos determinadas brechas de formación porque se nos dirige desde bien temprano a profesiones que tienen que ver con ese aspecto. No puede ser que a día de hoy tengamos esa polarización en las carreras universitarias o en la FP: las carreras técnicas se encaminan a los hombres y las carreras con aspectos más sociales se dirigen a las mujeres. Además, nos preocupa especialmente el teletrabajo porque puede ser un trampa si no se regula bien y las que pueden verse más perjudicadas son las mujeres, porque seguiríamos con la doble y triple jornada en el domicilio. En la pandemia no hemos hecho teletrabajo hemos trabajado desde casa con los medios que teníamos. Hay que preservar algunos derechos para que no se vean fuera, como los ámbitos de promoción o formación en la empresa. Teletrabajo sí pero con un marco de protección en salud laboral y los derechos de formación y promoción.
ana garcía, secretaria general cc oo-pv
-Los últimos datos del paro han dado un respiro pero aún así, somos la tercera autonomía en número de desempleados. ¿Cómo se solucionan los problemas estructuras que se arrastran?
-La situación se tiene que atajar desde varios puntos. Para los más de 400.000 desempleados es seguir apostando por políticas activas de empleo, que son formación, orientación e inserción. Evidentemente las políticas activas no generan empleo; se tiene que apostar por la creación de empresas, por el crecimiento de las empresas ya existentes y tiene que haber un cambio de cultura empresarial porque vemos mes a mes que la contratación sigue siendo temporal, en los últimos datos llega al 91%. Ese cambio de cultura tiene que darse. A partir de ahí, además, otro de los retos es que las políticas públicas vayan enfocadas a poder colaborar y apostar por sectores productivos que aporten un mayor valor añadido, por ejemplo, la I+D+i, las energías renovables, la rehabilitación de edificios... Eso es una fuente de creación de empleo estable, además de reforzar los servicios públicos, porque los tenemos muy mermados.
-¿Pueden contribuir a ese cambio los fondos europeos de reconstrucción?
-Deben. Los objetivos que tienen van en esa línea: digitalización de la economía, consolidación de proyectos empresariales... Aquí tenemos un problema que arrastramos desde hace veinte años, que es la desindustrialización. Lo hemos visto en plena pandemia con la falta de material sanitario, que ha llevado a que algunas empresas hayan cambiado y produzcan ese material, por ejemplo, Es posible el cambio de modelo productivo pero hay que ayudar a las empresas. Hablamos de tener empresas fuertes, que aumenten de tamaño, que se dé ese cambio cultural para que los contratos no sean siempre temporales... La contratación no es un coste, tiene que ser un beneficio para las empresas porque les va a repercutir positivamente. En el ámbito de las reformas, a nivel estatal tiene que haber cambios que puedan ayudar a esa transformación, como la derogación de la reforma laboral o la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
-Pero ¿es el momento dado el contexto de crisis económica?
-Toca ya. Iniciamos unas movilizaciones que vamos a continuar, la próxima será el día 14. No se puede demorar más la subida del salario mínimo. Sí que ha ayudado a tener unos salarios un poquito más dignos. Debe haber un ajuste. En el momento en que los trabajadores puedan tener más recursos económicos vuelve a revertir en la economía porque puede haber un consumo que ahora no se puede realizar, y ese consumo genera empleo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.