Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha convencido al empresariado valenciano. Su acento propio, que muchas veces choca con la línea oficial del PSOE, ha gustado a los dirigentes de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE).
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Tras invitarle a su asamblea, han salido satisfechos por su apoyo a proyectos como el corredor mediterráneo o la reforma de la financiación autonómica, pero también por cómo ha aborado otros debates más complicados. Es cierto que ha no sido tan laureado como su homóloga madrileña, Isabel Díaz Ayuso, el pasado junio, pero ha gustado bastante al público.
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A. Cervellera/ P. Sellés
Respecto al corredor mediterráneo, la principal demanda de este colectivo, ha sido claro. Ha destacado que no es sólo una infraestructura conveniente, «sino urgente, necesaria, indispensablemente» y hasta «una prioridad nacional». Eso sí, ha matizado que aunque esta sea la columna vertebral no debe impedir el desarrollo de otras vías también importantes y que, entre otras cosas, pueden conectar a autonomías que no tienen puertos. «Las infraestructuras no tienen que ser solo radiales», ha sentenciado Paje al tiempo que ha añadido que es necesario conectar toda la península.
El otro punto local con el que se ha ganado al público ha sido el relativo a la financiación autonómica. El dirigente socialista ha apostado por reformar el sistema de financiación autonómica y ha considerado que el papel de los empresarios y del presidente Ximo Puig será fundamental para ello. Eso sí, ha evitado entrar más en detalle al ser consciente de que es una cuestión que también puede distanciar a autonomías costeras de las menos pobladas.
Tras criticar de forma irónica a Podemos ha reivindicado los grandes pactos, la necesidad de poner en valor lo bueno que une España y una política que se desprenda de los populismos. También que baje de decibelios.
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Pero el político no solo se ha quedado en el terreno fácil y ha entrado en cuestiones espinosas entre las autonomías como son los trasvases y los impuestos. Y ha sobrevivido pese a que, de base, su postura es contraria a la que defiende el tejido económico local que tenía como cabezas visibles en el encuentro a Juan Roig y Vicente Boluda, los principales actores detrás de este 'lobby'. También ha estado presente el histórico empresario Federico Felix, a quien se le ha reconocido de forma pública su trabajo.
Por ello, ha considerado fundamental lograr un consenso respecto a los impuestos. Hasta que llegue ese acuerdo nacional tiene claro «que las autonomías no están para competir fiscalmente», en una clara referencia en este caso al PP y, en especial, a Isabel Díaz Ayuso.
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Page también se ha visto obligado a abrir el melón del trasvase Tajo-Segura que reivindican los agricultores del sur de la Comunitat Valenciana y ha asegurado que estaría de acuerdo siempre que se realizasen otros que conectasen ríos como el Duero o el Ebro. Pero cree que eso no fue posible por el poder de otras autonomías y ahora es imposible por las normas de la Unión Europea y la emergencia climática.
Del mismo modo, ha querido reivindicar el papel de los presentes. «El empresariado valenciano siempre ha sido muy referencial en España y en muchas universidades se estudian ejemplos de esta sala», ha dicho Paje tras admitir ante el mismo Juan Roig que es cliente de Mercadona. También ha abogado por cuidar a las empresas, ya que sin ellas «no se pueden levantar hospitales o colegios» y ha rechazado la confrontación de jefes contra trabajadores, que considera que desde algunas parte se airea.
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