Vista general de las obras de la gigafactoría Volkswagen construye en Sagunto. EFE/Ana Escobar

La gigafactoría de Sagunto esquiva la escasez de materias primas y mantiene su apertura para 2026

Power Co tiene asegurado el 80% de material necesario para la fase inicial del proyecto mediante la firma de acuerdos e inversiones directas

Javier Gascó

Valencia

Viernes, 23 de agosto 2024, 00:07

Dos años de trabajo por delante. Es el tiempo que tiene Power Co para cumplir con los plazos previstos para la puesta en marcha de la gigafactoría de baterías de Sagunto. Por el momento, nada parece que pueda truncar esos planes. El objetivo de la ... compañía filial de Volkswagen es iniciar la producción en el segundo trimestre de 2026, por lo que la enorme cantidad de incógnitas que se alzan respecto al principal sector al que irán destinadas las baterías construidas en el corazón del Camp de Morvedre -la movilidad eléctrica- no son a día de hoy una amenaza para la compañía.

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Entre ese mar de dudas, la escasez de materias primas para la producción de baterías es una de las cuestiones que empiezan a generar preocupación entre los actores implicados en el sector. El litio, el cobalto, el cobre, el níquel, el manganeso o el grafito son algunos de los minerales más codiciados a la hora de construir los acumuladores energéticos necesarios para que los vehículos de la próxima década funcionen correctamente.

Eso sí, su uso no se reduce únicamente al sector de la movilidad eléctrica, sino que en la mayoría de casos también son utilizados para la fabricación de elementos como estaciones eólicas o paneles solares. Como consecuencia, la demanda de los mismos se ha disparado hasta tal punto que la industria de la electromovilidad empieza a tener dudas sobre si la cantidad de recursos naturales disponibles será la suficiente como para cumplir con el objetivo de reducir a cero las emisiones de CO2 para coches y furgonetas de cara al año 2035.

Según un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), recogido por el medio estadounidesnse Automotive News, si se mantiene el ritmo de producción actual de baterías para vehículos eléctricos -que se ha visto ralentizado ante la escasa demanda de este tipo de modelos por parte de los compradores- no habría suficiente cantidad de litio ni de cobre para hacer frente a las necesidades de la industria en el año 2035. De hecho, el estudio realizado por la AIE indica que únicamente el 70% de la demanda mundial de cobre -el 50% en el caso del litio- podría ser cubierta a tiempo para llevar a cabo la transición hacia los modelos eléctricos.

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Pero, ¿qué repercusión puede tener esta escasez de materiales en el proyecto de Power Co? Pues según aseguran desde la compañía, ninguna. La firma alemana tiene garantizadas el 80% de materias primas necesarias para «la fase ramp up o puesta en marcha de la gigafactoría» tras alcanzar acuerdos empresariales «a largo plazo» y realizar «inversiones directas» para abastecer sus necesidades. De tal modo, la compañía alemana no se verá afectada por la escasez de minerales, como mínimo, durante sus dos primeros años de vida. «Le otorgamos una gran importancia a la sostenibilidad también en el aprovisionamiento de materias primas», aseguran desde la filial de Volkswagen.

Asimismo, desde la compañía también se está impulsando la integración vertical de la cadena de suministro, mediante la construcción de una fábrica de material catódico en Polonia, que servirá para abastecer a la planta valenciana. Además, según aseguran desde la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) España cuenta con «una amplia reserva de materiales estratégicos», con ejemplos como el del yacimiento de Valdeflores que contiene una de las mayores reservas de litio de toda Europa; la mina de San Finx, en A Coruña, con estaño y wolframio; o las tres minas de Tharsis, La Zarza y San Telmo, ubicadas en Huelva, de las que se pueden extraer importantes cantidades de cobalto.

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Además, Arturo Pérez de Lucia, director general de la patronal de la electromovilidad, asegura que desde hace tiempo se trabaja en la búsqueda de alternativas emergentes que puedan sustituir a las baterías basadas en iones de litio. En ese sentido, Pérez de Lucia indica que las baterías de iones de sodio son «más económicas y ecológicas». El sodio es un metal alcalino hasta 500 veces más abundante, fácil de obtener, que requiere de mucha menos cantidad de agua para su extracción, que no precisa de cobalto y que puede utilizar otros materiales de menor coste, sustituyendo el cobre por aluminio, por ejemplo.

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