i. Herrero / ep
Valencia / Madrid
Martes, 9 de junio 2020, 23:57
La industria del automóvil tendrá que esperar para conocer el plan de reactivación prometido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que finalmente no se aprobó en el Consejo de Ministros de este martes, como preveía el sector.
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Según la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, el Ejecutivo presentará "en las próximas semanas" su "ambicioso" plan para ayudar a la reactivación de la automoción, centrado en modelos de "bajas emisiones" de gases de efecto invernadero.
Esa iniciativa, según señaló Pedro Sánchez tras una semana aciaga en la que el anuncio de que Nissan cerrará su planta de Barcelona hizo temblar al sector, "ayudará a acelerar la transición" hacia la fabricación y venta de vehículos más sostenibles. Incluirá cambios tanto fiscales como laborales y ayudas a la compra, que el sector pide que abarquen a los de diésel y gasolina.
Para la industria auxiliar valenciana, donde Grupo Segura planteó un despido colectivo por la caída de la demanda a la semana del pactado por Ford, "es fundamental un plan que reactive la demanda de consumo".
Al respecto, valoran que la Conselleria de Economía, una de las que reclamó ese programa estatal, tuvo en cuenta su solicitud de que "las ayudas no excluyan a ningún tipo de motor".
"Si no se vende, por mucho que produzcamos, la situación no será sostenible", trasladan a LAS PROVINCIAS desde AVIA, sobre la voluntad de recuperar a todos sus empleados de los ERTE aplicados por el coronavirus.
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Con la reactivación de Ford y el resto de fabricantes tras el parón por Covid-19, los proveedores reanudaron su actividad con "la mayor parte de los empleados" e intención de que el resto se incorporen "de manera progresiva", para lo que consideran crucial que se estimule el consumo.
Las empresas valencianas del sector del metal han facturado un 48% menos en mayo respecto al mismo mes del año pasado, frente al 60% de abril, y prevén frenar la caída y que en junio el descenso se sitúe en torno al 40%, según la Federación Metalúrgica Valenciana (Femeval).
Por subsectores, en la industria, instalaciones y comercio del metal la producción y facturación ha disminuido a la mitad, y el peor dato lo registra la venta y reparación de vehículos que ha sufrido un descenso del 77% en abril, del 61 % en mayo y la previsión para junio es de una caída del 46%.
La industria, comercio y servicios del metal demandan como medidas para salir de la crisis un marco laboral ágil, mayor financiación, liquidez y lucha contra la morosidad, una administración pública más eficaz, la exención o moratoria en el pago de impuestos y cotizaciones sociales, una reorientación al mercado local y reactivación industrial, planes para fomentar el consumo, la transformación digital, un mercado energético competitivo y actuaciones para recuperar y gestionar el talento y mejorar la cualificación.
Femeval realiza un informe mensual desde el inicio del estado de alarma con el fin de evaluar con mayor perspectiva la dimensión de la crisis sanitaria en el metal y, sobre todo, conocer las medidas que se consideran prioritarias para el día de después del estado de alarma.
En la tercera muestra tomada entre el 28 de mayo al 2 de junio, las empresas otorgan un 3,8 a la situación en abril, una cifra que denota que la crisis sanitaria se transforma en «una profunda crisis económica», ya que es la más baja de la serie histórica recogida por Femeval en su Informe de Coyuntura Trimestral, incluso por debajo de la obtenida en los peores momentos de la crisis de los años 2009 a 2013.
Al inicio de la desescalada, en mayo, la puntuación subió a 4,7 puntos, iniciándose una débil recuperación, y las expectativas para finales de año son de un ascenso muy lento hasta el 5,4.
Antes del coronavirus, la valoración media de las empresas en febrero era de 7,5 puntos, y en marzo de 6,1, por las dudas generadas por la salida efectiva del Reino Unido de la Unión Europeo, el proteccionismo de Trump y la guerra comercial entre China y EE.UU.
En el informe de Femeval han participado un total de 195 empresas de la industria, comercio y servicios del metal, lo que garantiza una cifra representativa de los datos obtenidos para el global del metal, con un nivel de confianza del 95% y un margen de error de 6%.
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