Atender a la vez clientes con hábitos tan diferenciados como son los jóvenes digitalizados y los ciudadanos de mayor edad que quieren realizar todas las gestiones en una oficina de toda la vida. Ese es, según el presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, el mayor reto al que se enfrenta el sector bancario.
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Esta es una de las principales conclusiones que ha dejado la conferencia del que fue el banquero que tuvo que salir al rescate de Bankia en el peor momento de la crisis y que ahora ostenta la presidencia de la que es la primera entidad financiera tras la fusión en Forivenst, la cita por excelencia del mundo empresarial y financiero que se celebra en Feria Valencia.
«Como consecuencia de los cambios de hábitos y la revolución tecnológica tenemos segmentos de la clientela con hábitos muy diferentes a los que hay que dar servicio», ha admitido el dirigente que se enfrenta al reto de gestionar el cierre de unas sucursales que cada vez se utilizan menos mientras los demandan más que nunca la población envejecida. La misma que ha generado una contestación social que ha tenido su epicentro en Valencia con la figura del jubilado Carlos San Juan.
Pero aunque el desafío principal pase por este frente hay otros de importancia abiertos. Para el empresario hay que destacar una rentabilidad que llevaba tiempo lejos de las expectativas antes del cambio experimentado en 2022. «Llevaba años por debajo de lo que exigen los inversores», ha afirmado Goirigolzarri, que ha añadido que el otro reto es la imagen y la reputación, dañada desde la crisis financiera.
Más allá del sector bancario, el presidente de Caixabank cree que la economía debe acostumbrarse a dos lecciones que han dejado estos años. La primera es admitir que la incertidumbre ha llegado para quedarse con la triste normalización de conflictos como la guerra de Ucrania y la segunda aceptar que quizás no son tan útiles largas cadenas de suministros que aún no se han recuperado. Factorías como Ford Almussafes siguen produciendo menos debido a la falta de chips asiáticos.
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Como ha recordado, este panorama tiene lugar en mitad de una escalada de precios que tiene su origen en una inflación «muy resistente», que es el tema más preocupante en estos momentos. En especial por la subyacente en la que tienen mayor protagonismo productos como los alimentos que no ha dado ningún signo de frenar.
Para frenarla, el Banco Central Europeo (BCE) ha elevado al 3% unos tipos de interés que llevaban años en mínimos, con su posterior impacto en el encarecimiento de préstamos e hipotecas. Pero para Goirigolzarri se está llegando al punto más álgido ya que cree que el BCE, que se reunirá la semana que viene, elevará «como máximo» los tipos a un 3,5% o un 3,75%.
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En el turno de las preguntas, Goirigolzarri ha hecho referencia a la Comunitat Valenciana para ensalzar que es una de economías autonómicas que ha recuperado su PIB de 2019, algo que no han hecho algo menos de la mitad.
Además, considera positivo la previsión de que España vaya a crecer un 1,3% y la Comunitat vaya a rozar el 2%. «Hay buenas noticias desde el punto de vista del empleo y el consumo», ha indicado. Para el presidente de Caixabank lo más admirable son las exportaciones, que son uno de los motores. «Después de las grandes crisis veo a la economía valenciana con un creciente brío, aunque también con los mismos problemas de la economía española», ha matizado.
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