Varios comercios cerrados en una calle del centro de Valencia. JL Bort

El «gran ERE» del pequeño comercio en la Comunitat: medio millar de cierres en 2024

La asociación UATAE pide medidas como la regulación del precio del alquiler de bajos para frenar la sangría de bajas

Isabel Domingo

Valencia

Viernes, 14 de marzo 2025, 01:14

El comercio sigue en caída libre en España: en el último año 26 negocios han bajado la persiana cada día, con Cataluña, Andalucía, Castilla ... y León y Galicia liderando la sangría de cierres. Son los datos que ha puesto sobre la mesa la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) y que reflejan cómo en 2024 desaparecieron 9.739 comercios en España, 502 en la Comunitat (una cifra que aumentó respecto a 2023, cuando fueron 467, según los datos facilitados por la asociación).

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Desde la entidad advierten de que esta caída no es coyuntural, sino parte de un proceso de desgaste del comercio local que viene acumulándose desde hace años. «Estamos viendo un cierre de comercios que no es sólo consecuencia de factores económicos recientes, sino de un problema estructural«, explica María José Landaburu, secretaria general de UATAE. Por ello, insiste en que, »si no se toman medidas urgentes, seguiremos viendo cómo las calles de nuestras ciudades y pueblos pierden vida y empleo«.

Los datos muestran que el comercio es uno de los sectores más golpeados del trabajo autónomo, aunque en el caso valenciano, por ejemplo, se registró un aumento del 0,15% el pasado febrero. No obstante, en los últimos cinco años, las cifras de cierres han sido constantes y la recuperación tras la pandemia no ha frenado la tendencia.

Para Landaburu aspectos como la liberalización de horarios («es imposible que un autónomo pueda competir en ese aspecto frente a una gran superficie», dice), la proliferación de plataformas online o los elevados precios de los alquileres están detrás de una situación que califica como el «gran ERE» por toda la destrucción de empleo que supone. La falta de relevo generacional, pues es un «colectivo envejecido», tampoco ayuda.

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En el caso de los alquileres de los locales comerciales, por ejemplo, la portavoz de la entidad lamenta cómo prácticamente «de cada diez locales que han cerrado siete se han reconvertido en viviendas para alquileres de corta estancia».

Landaburu también apunta que hay negocios que resisten, sobre todo de alimentación y si están especializados

No obstante, Landaburu también apunta que hay comercios que resisten, sobre todo aquellos relacionados con la alimentación y con la especialización. La incorporación de extranjeros que optan por emprender con un negocio propio o aquellos impulsados por mujeres («porque han terminado la crianza o los cuidados de dependientes») son otros de los aspectos que caracterizan las aperturas. Eso sí, muchos de ellos cierran a los tres o cinco años «porque encuentran trabajo por cuenta ajena o ya no pueden seguir asumiendo los gastos que supone».

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Entre las medidas para paliar el goteo de cierres, UATAE plantea bonificaciones para la digitalización, de forma que se permita la adaptación a nuevas formas de consumo. También la regulación del precio del alquiler de locales comerciales para evitar que los pequeños negocios sean expulsados de las zonas tensionadas y, sobre todo, políticas estatales que incentiven el consumo en el comercio de proximidad, como programas de fidelización y apoyo financiero para la modernización de tiendas. «El cierre de casi 10.000 comercios en un año no es solo un problema del sector, sino una transformación silenciosa del modelo económico del país», lamenta.

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