Hacienda investiga al empresario del juego que compró la sede del PSPV

En marzo de 2018, funcionarios de la Agencia Tributaria acompañados de agentes policiales entraron en la sede de Comatel y Euroinversiones 2000 para recabar toda la documentación posible al existir «indicios sólidos de la posible ocultación de beneficios a la Hacienda Pública». Este grupo de empresas, que se dedica al sector del juego y a la gestión de hoteles, está encabezado por Fidel M. F., el empresario que compró la sede del PSPV en la calle Blanquerías en septiembre de 2017 por 5,8 millones de euros

La actuación se produjo por sorpresa y, según las fuentes consultadas, sigue abierta porque una operación de este tipo tiene un plazo máximo para ser resuelta de 27 meses. Los inspectores de Hacienda entraron y durante las horas que estuvieron en la sede de Comatel en Catarroja recabaron abundante información.

El empresario Fidel M. F. regularizó 1,2 millones de euros por rentas no declaradas en 2012 a través de una Declaración Tributaria Especial -modelo 750- y Hacienda inició la investigación al sospechar que podía mantenerse la entrada de dinero no declarado a través de las mercantiles vinculadas a las máquinas tragaperras y a los establecimientos hoteleros. La compra de la sede del PSPV tiene como fin la apertura de un nuevo hotel que se una al Café Madrid, al de la plaza del Mercat y al de cinco estrellas que se ha inaugurado recientemente en la plaza de Manises junto al Palau de la Generalitat. Hacienda pidió permiso al juzgado para entrar en dos naves de Catarroja sin previo aviso con el objetivo de evitar que se eliminaran pruebas, según consta en el informe al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS. La investigación de la Agencia Tributaria comprende los tributos declarados por varias de las empresas del grupo entre 2014 y 2017. Los inspectores consideraron que los 1,2 millones que regularizó el empresario con la amnistía fiscal correspondían a actividades generadas por las sociedades investigadas.

Uno de los datos que llamó la atención en Hacienda es que las máquinas tragaperras del grupo Comatel presentaban una cifra de negocios inferior a los datos de los organismos institucionales y de empresas del sector «declarando una rentabilidad media por máquina y año muy inferior a la estimada y presentando discrepancias entre el volumen de entrada de fondos en cuentas bancarias y el volumen de operaciones declarado en 2016».

Comatel Internacional tiene más de 2.000 máquinas recreativas distribuidas en la Comunitat Valenciana, Castilla La Mancha y Madrid. La cifra de negocio en 2016, según los datos de la Agencia Tributaria, duplicó la de 2013 y 2014 -pasó de 794.000 a 1,9 millones de euros- pero los resultados positivos fueron muy bajos.

El resto de las empresas de la rama del juego de Comatel se dedica a la compra y venta de máquinas. En muchos casos las operaciones se hacen entre sociedades del mismo grupo. La investigación apunta que una de ellas, Amusament Machines «declara una cifra de negocios inferior a la que se deriva de la estimación más prudente». Además, y este es uno de los puntos en los que más se incide, «si comparamos las entradas de fondos en las cuentas bancarias titularidad de la sociedad con el volumen de operaciones declarado se comprueba para 2016 que el primero es desproporcionado. Ello puede deberse a la existencia de ingresos no declarados, sin perjuicio de que también pudiera deberse a extraños movimientos de fondos entre empresas del grupo». Hacienda no encuentra que se justifique la entrada de dinero ni con el negocio declarado ni con préstamos u otras operaciones. Esa situación se da con otras empresas del grupo.

A través de Leiden and Barberá Corporation se declara una cifra media de negocio por tragaperras de 11.440 euros cuando la Comunidad de Madrid certifica que cada una de estas máquinas representa una rentabilidad de 20.784 euros. Además hay discrepancias de dinero declarado en ingresos en sociedades como Comatic, Euroinversiones y CTCS 33. La firma de Juegos y Ocio Molina matriculó también tres vehículos de alta gama.

Otra de las empresas investigadas es Vereuro 2013 que de 2015 a 2016 pasa de uno a doce empleados. Esta sociedad gestiona un establecimiento hotelero en la plaza del Mercado de Valencia «y el volumen de entradas en cuentas es más del triple de los ingresos de explotación declarados». La cifra de negocios que presenta es la que imputa por cobro electrónico. «Es lógico que realice también cobros en efectivo, por lo que está declarando menos ingresos», señala el informe.

La Agencia Tributaria considera que el sector del juego y de la hostelería maneja mucho dinero en efectivo «y ello conlleva mayor opacidad». En 2016, Hacienda redondeó el importe neto de la cifra de negocio de varias empresas del grupo en 15,5 millones de euros cuando el volumen total de la entrada de fondos superó los 39 millones, según consta en el informe.

«Una cifra de negocio declarada inferior a la que debería ser real y la presentación del modelo 750 por parte de Fidel M. constituye un indicio claro de la muy probable existencia de hechos imponibles no declarados», es el argumento de la Agencia Tributaria para desarrollar la «acción excepcional» que llevó a cabo en marzo de 2018.

El grupo Comatel cerró la operación de compra de la sede del PSPV en Blanquerías tras subir su oferta inicial de 4,9 millones hasta los 5,8. El dinero sirvió para que los socialistas valencianos hicieran frente a una deuda de 7,8 millones